Grandes retos enfrenta Siria para la etapa de reconstrucción
Por Pedro García Hernández
Las zonas industriales del país, las cuales prácticamente autoabastecían a la nación y permitían exportaciones, aún no llegan a cubrir cerca del 65 por ciento del Producto Interno Bruto (PIB) de antes de la crisis.
Las causas de la devastación de la industria están no solamente en la guerra terrorista sino también en el feroz bloqueo económico y comercial que desde el 2011 Estados Unidos y la Unión Europea impusieron a Siria.
El bloqueo y las sanciones incluyen, además de empresas del sector industrial, a personalidades, dirigentes y empresarios sirios con la congelación de cuentas bancarias, limitación a las importaciones tecnológicas y de piezas e insumos, entre otras.
Tal situación resta liquidez al país, impedido de operaciones en dólares e incluso de imprimir la moneda nacional en Europa, algunos de cuyos países no enviaron a Siria las que fueron fabricadas según convenios antes establecidos.
En la etapa reconstructiva, tras los éxitos del Ejército sirio y la liberación de cerca del 92 por ciento del territorio, el reto es enorme cuando se necesita compensar a otro sector económico importante como la agricultura que representaba antes de la crisis el 26 por ciento del PIB.
Los vetos a las transacciones comerciales y que afectan por igual a la industria y al resto de los sectores, obligan a la búsqueda de nuevos mercados puesto que hasta el 2011 las principales vías para la exportación eran Arabia Saudita, Francia y Turquía, como las más importantes y ahora totalmente inexistentes.
Para el Gobierno avanzar en este campo es un reto no imposible pero previsto a mediano y largo plazo y al que se suman, reconstruir la infraestructura en las principales ciudades y ampliar el suministro de energía eléctrica, entre las líneas claves de trabajo.