Los manguitos y flotadores no son la opción más segura
Tanto flotadores como manguitos no protegen frente al ahogamiento. Ofrecen una falsa seguridad a los padres o adultos responsables, pero una mala utilización de estos pueden llevar a situaciones peligrosas. Los manguitos pueden ser grandes, se pueden perder, pincharse, deshincharse, escurrise, provocando que el niño pueda quedar completamente sumergido. Los flotadores de rosca se pueden quitar y el niño puede voltearse, quedando boca abajo sin capacidad de darse la vuelta. Venden seguridad, pero ¿alguno asegura la postura del niño? ¿Evitan que la cara del niño esté dentro del agua? No. La mejor opción es el chaleco, ya que es homologado, de la talla del niño y adecuado a su peso. Por lo tanto, es la única manera de asegurarse que el niño mantenga la posición vertical si pierde la conciencia.