Momento de uno de los talleres de Teatro de Conciencia «En Sus Zapatos» – Belén Diaz
Suena la campana y los escolares salen corriendo al patio entre sonoras carcajadas. Todos menos uno. Jaime, Andrea, Dylan, Amanda, el nombre es lo de menos en una realidad que no es ajena a mucho menores y que aterroriza a sus progenitores. Ningún niño se despide de él cuando sale del colegio, nunca habla de los compañeros y han informado a sus padres de que, en el recreo, siempre juega solo. Aunque en esta historia concreta el protagonista es madrileño, seguro que alguna vez has oído hablar de algún caso similar o lo has vivido con tus propios hijos.
Cuando Elena Heras, la maestra del menor, puso en práctica lo que había aprendido en los talleres de «En Sus Zapatos», un programa que ha arrancado a mediados de este mes de noviembre y que llegará a más de 5.000 niños de primaria y ESO de 24 centros públicos de toda la Comunidad de Madrid, esta situación dio un giro de 360º. El pequeño, que había ido catalogando de forma negativa a sus compañeros de clase con el paso de los días, descubrió que no eran tan «malos».
Comenzó a darse cuenta de que cuando los demás le hacían daño no implicaba que el mundo fuera cruel, sino que quienes le herían cargaban con un dolor emocional mal gestionado.
Entonces ocurrió lo impensable para los docentes del centro: el niño comenzó a jugar con los chicos con los que compartía aula. Pero, según relata su profesora, el impacto real no llegó hasta que durante una reunión la madre del menor le dijo: «muchísimas gracias porque por primera vez en la vida de mi hijo, después de 12 años, ha llamado al portero de una compañera de clase para que baje a jugar con él».
Pero, ¿qué es el programa «En sus zapatos» y cómo pudo cambiar una realidad? Hacer visible lo invisible. Para hablar de esta iniciativa primero hay que hablar del Teatro de Conciencia y de Pax Dettoni Serrano, una licenciada en Antropología Social y Ciencias Políticas que se propuso combatir el acoso escolar. Para ello, esta dramaturga decidió utilizar el séptimo arte con el objetivo escenificar el interior de las personas y mostrar los conceptos básicos de la inteligencia emocional a los estudiantes, a sus progenitores y a un amplio abanico de profesionales relacionados con el mundo de la docencia.
Hacer visible lo invisible, ese es el objetivo de esta peculiar escenificación dramática que nació hace casi una década. «Dentro de nosotros mismos somos conscientes de que sentimos emociones y de que tenemos pensamientos de toda clase, pero no somos ninguno de los dos: ni nuestras emociones ni nuestros pensamientos», explica Dettoni. En la misma línea, y a través de varios talleres, el proyecto busca mostrar a las personas con aquello que sienten y piensan materializado como otros personajes.
Entonces, un personaje está desglosado en tanto que lo que está sintiendo. De esa forma permite ver lo que no se ve y ayuda a tomar conciencia, de ahí el nombre. «Si yo veo a mi rabia como algo independiente de mí, sé que puedo hacer algo con ella. Puedo decirle: “tienes razones para querer insultar a esta persona pero decido no hacerlo, ya veré qué hago contigo, ya te gestionaré… Pero en mi casa mando yo”».
Ponerse los zapatos del otro
Con el pasar del tiempo Dettoni decidió apostar por un proyecto que involucrase no solo a docentes, sino a toda la comunidad educativa. Así nació «En sus zapatos», una iniciativa que busca crear un espacio de empatía activa para la educación emocional en aras de la promoción de la buena convivencia y la prevención de la violencia escolar.
«Cuando convivimos hay dos actores en juego: Uno mismo y ‘’el otro’’. Entonces, en esta alfabetización emocional, lo primero que hacemos es trabajar con la propia gestión emocional de la persona. A partir de ahí está en grado de ponerse en los zapatos de los otros, de emplear la empatía activa y de desarrollar la capacidad de aprender a resolver conflictos, a llegar a distintos acuerdos», explica la dramaturga.
El programa, que este nuevo curso será evaluado por la Universidad de Utrecht y un equipo liderado por un profesor de la Universidad Carlos III, llegará a 25 centros públicos que se corresponden a las cinco áreas territoriales de Educación: norte, sur, este, oeste y centro (capital). Del sur hay colegios e institutos de Alcorcón, Brunete, Fuenlabrada, Getafe, Leganés y Valdemoro; del este, de Alcalá de Henares, Arganda, Estremera y Torrejón. El resto se encuentran situados en Algete, Colmenar Viejo, San Blas y Valdeacederas, en la capital, Collado Villalba (oeste).
«El futuro que nos espera es muy complejo. Ya no va de ti o de mí, va de nosotros», señala Dettoni. «Estamos trabajando para generar modelos de colaboración, cooperación y acuerdo donde los distintos pensamientos, sentidos y necesidades cuenten».
