El Andamiaje político Dominicano: La contienda por el poder 2028 entre el Dr. Guido Gómez Mazara y el Licenciado Ramfis Domínguez Trujillo

En la República Dominicana la marcha hacia el palacio presidencial apenas ha comenzado. Todavía no ha
sido declarada oficialmente el inicio de la contienda política por la Junta Central Electoral para el
lanzamiento de las candidaturas, pero quien se duerma en esta lucha por el poder quedará atrás por un
amplio margen.
En un país donde todas las reglas están escritas, pero nadie las cumple, no tiene mayor incidencia si se
empieza en el tiempo indicado, o no, porque a nadie le importan las reglas del conclave político. Todos
los analistas políticos conocen el agotamiento de los partidos tradicionales. Esas instituciones políticas
parecen haber llegado a una etapa reciclable debido a que los candidatos más emblemáticos han
perdido vigencia por aquello de muchas promesas y ningún cumplimiento de estas.
Las promesas hechas durante las campañas preliminares pronto en el poder son olvidadas. Los políticos
tradicionales parecen haber llegado a un agotamiento por su interés marcado de convertirse en
multimillonarios antes que defender los intereses del pueblo.
Sin embargo, hay dos candidatos de la política dominicana que parecen ser consistentes de esa realidad,
por estar, quizás más cerca de los reclamos del pueblo como sus voceros para resolver los problemas
más acuciantes del país, y que, por varios años, estos políticos vienen señalando los errores de las
presentes y pasadas gestiones políticas.
Estos políticos a los que hacemos referencia parecen articular con mayor precisión los problemas que
enfrenta la nación, exponiendo cómo resolver esos grandes desafíos mediante decisiones contundentes
que acabe con la impunidad y la corrupción en el país. Estos líderes políticos a los cuales hago
referencia son el Dr. Guido Gómez Masara, (PRM), y el Lic. Ramfis Domínguez Trujillo, nieto del dictador
Rafel Leónidas Trujillo Molina, quien gobernó el país desde 1930-1961, actual (Partido Esperanza
Democrática).
Los demás candidatos, que son muchos, parecen más bien representar los intereses de ciertos sectores
empresariales, como también defender temas que atentan contra la soberanía de la patria. Un
problema serio que afecta a todos los estamentos del Estado Dominicano es la corrupción y la
impunidad. Y el presente gobierno que prometió ser el gobierno del cambio, hasta ahora solo ha
mostrado ser parte de lo peor del pasado. Prometió muchas cosas en su ascenso hacia el poder y no ha
cumplido nada de lo prometido. Dos ejemplos: Reforma policial y seguridad ciudadana, dos cosas que el
pueblo dominicano padece a diario.
Estos dos políticos parecen contar con la mayor aceptación entre los dominicanos de la diáspora y
aquellos en el país, y me refiero en primer lugar al Dr. Guido Gómez Mazara, político que ha ido
madurando en su desempeño y largo liderazgo y que, aunque mantiene una línea conciliatoria con el
actual gobierno de Luis Abinader, no es menos cierto que no ha escatimado en nada señalar las faltas
graves que el gobierno del cambio ha cometido en el poder. El Dr. Gómez Mazara ha sido muy
cuidadoso de no poner las masas en contra del Partido en el poder, no obstante, ha sido crítico de una
administración que se quedó en la gatera en cuanto a los cambios demandados por el pueblo.
Es más, el gobierno del cambio ha tratado de implementar medidas antipopulares como es el alza en los
impuestos, cosa que ha tenido que retirar ante la gran oposición de todos los sectores populares,
críticos de su administración. La otra situación es que, aunque Luis Abinader habla de una política férrea
contra la inmigración haitiana, lo cierto es que más nacionales haitianos llegan ilegalmente al país,
debido a los actos de corrupción en la policía, los militares y la agencia de inmigración, quienes hacen
negocios muy lucrativos con las mafias que operan en ambos países.
Ante esa crisis migratoria, los dominicanos de todos los sectores han presionado al gobierno con la
marcha a Friusa, un sector que hasta hace poco estaba controlado por los haitianos ilegales y el
gobierno se ha visto presionado por el pueblo dominicano a repatriar a los ilegales de ese lugar.
En ese mismo orden de ideas, el Doctor Gómez Mazara ha sabido articular muy bien sus posiciones
políticas al hacer un claro y certero análisis de la realidad política que vive el pueblo dominicano. Ha
sabido distanciarse, además, del expresidente Hipólito Mejía quien hubiese sido mejor cómico que
político. Hipólito Mejía no solo lucha por mantener una dosis de poder en este gobierno, sino que
mantuvo un coqueteo muy cercano con el expresidente dominicano Danilo Medina.
Además, quiere enganchar en la presidencia del país, a su hija Carolina Mejía, quien haría al país un gran
favor si se dedicara a cualquier otra cosa, menos a la de ser presidente. El país ve con agrado al Dr.
Guido Gómez Mazara, no solo por su amplia preparación como jurista y catedrático universitario, sino
por su defensa en los mejores intereses del pueblo Dominicano.
En su firme crítica contra los pasados gobiernos ha sido preciso y certero en señalar las faltas que han
permitido el atraso del país en tema de la justicia, la inmigración, las reformas a las instituciones del
Estado dominicano y sobre todo a la enorme corrupción que ha afectado el crecimiento y desarrollo de
la nación. En otras palabras, que Gómez Mazara ha estado al día señalando las faltas, sometiendo
expedientes al ministerio público y colaborando con esa institución para que exista una justicia imparcial
para todos los dominicanos. Él ha mostrado hasta ahora, que no está en la política para favorecer
intereses malsanos, sino más bien para contribuir al desarrollo y fortalecimiento de la democracia
dominicana.
El otro candidato con amplia simpatía en el país es el Lic. Ramfis Domínguez Trujillo candidato
presidencial por el Partido Esperanza Democrática. Su breve trayectoria por la política dominicana le ha
ido ganando la simpatía del pueblo, por sus pronunciamientos en favor de la defensa y soberanía del
país.
Su candidatura, así como su ascenso ha ido en aumento a pesar de los obstáculos que su candidatura y
partido han enfrentado en la Junta Central Electoral, así como también en otras instituciones del país. Su
rechazo, mal fundado o no, se debe a los vínculos sanguíneos con el dictador Trujillo, quien gobernó el
país con manos férreas, cometiendo actos reñidos contra la ley. Sin embargo, el Dictador Rafael
Leónidas Trujillo Molina, organizó el Estado dominicano y sus instituciones. Pagó la deuda externa,
creando diferentes empresas de capital nacional y creando plazas de empleos para la clase trabajadora
dominicana.
La educación durante la llamada Era de Trujillo, era de superior calidad que la producida por los
gobiernos posteriores a su descenso. La salud pública de todos los ciudadanos era de sumo interés para
el dictador, quien creo diferentes hospitales para el acceso a la salud del pueblo dominicano,
especialmente hacia los sectores marginados por la pobreza, invirtiendo en la infraestructura de
hospitales y centros de salud por todo el país.
Luego de su caída, se dictaron leyes antitrujillistas por aquellos que fueron los mismos cómplices de su
gobierno. Esas leyes prohibiendo la alabanza al régimen del tirano, fueron opacadas por los mismos
esbirros trujillistas que luego desmantelaron el Estado, con el fin de desacreditar lo que el pueblo
dominicano logró durante la tiranía.
Sin embargo, todos los que vinieron después de Trujillo, usaron los recursos y las empresas dejadas por
el Jefe, para favorecer a terceros cómplices de la corrupción que ha imperado en el país desde Balaguer
hasta Luis Abinader. Ahora bien, si nos olvidamos de los logros alcanzado por la dictadura, no tenemos
mecanismos para medir la actual gestión del gobierno dominicano, así como también las gestiones
anteriores.
Entre el Dr. Balaguer y el Dr. Leonel Fernández Reyna se encargaron de regalar las empresas dejadas por
la dictadura de Trujillo, y desde entonces la deuda externa ha ido en aumento, así como también el
peligro de perder nuestra propia soberanía y la identidad como pueblo por la influencia de poderes
extranjeros que buscan imponer políticas contrarias a los intereses de la nación. Tenemos que reconocer
que el Doctor Balaguer fue más consistente defendiendo la patria y la nacionalidad dominicana que los
otros que siguieron al caudillo ciego.
Ramfis Domínguez Trujillo ha tenido una oposición acérrima hacia los corruptos en el poder, quienes
tratan de impedir su paso hacia el poder, alegando leyes que deben ser reformadas para que exista un
equilibrio justo entre los dominicanos de la diáspora y aquellos que viven en territorio dominicano. Por
ejemplo, a Ramfis se le impidió terciar en la contienda por el poder, resaltando algunos elementos de la
constitución dominicana, y obviando otros como el tema de la doble nacionalidad, la renuncia a la
nacionalidad extranjera y el alegato de 10 años de residencia en el país.
Ahora bien, Hipólito Mejía, Leonel Fernández y Luis Abinader mantienen una doble nacionalidad.
Ninguno ha renunciado a ella, aunque ellos han sido presidentes dominicanos. También, si los
dominicanos tenemos la opción por la doble nacionalidad, si tenemos derecho al voto desde el
extranjero, si somos iguales ante la ley, como es que se impide al dominicano que vive fuera el derecho
de ser elegido.
Por lo demás, nadie puede ser condenado en una sociedad democrática por los errores de nuestros
antepasados, especialmente cuando el nieto del dictador nació casi una década después y por lo tanto
no tuvo nada que ver con ese régimen de fuerza. Querer culpar al nieto de Trujillo de los errores de su
abuelo es tan absurdo como permitir que los dominicanos voten en el extranjero, pero no tienen el
derecho de ser elegidos presidente de la nación.
La postura de Ramfis Domínguez Trujillo en favor de la defensa de los mejores intereses de la patria, su
conocimiento sobre los errores del pasado histórico del país, y su conocimiento exacto de los problemas
más apremiantes de la nación, le hace a él un candidato idóneo para ser presidente de la República
Dominicana.
En fin, de cuentas, los políticos desde Leonel Fernández, Hipólito Mejía, Danilo Medina y Luis Abinader,
todos sin equivoco alguno han robado mil veces más que toda la fortuna acumulada por Trujillo. La
fortuna de Trujillo se quedó en el país, los políticos hicieron garata con puño y actualmente Abinader se
ha llevado junto con sus allegados unas 35 veces más que la fortuna que dejo Trujillo en el país a la hora
de su muerte. Esto no te lo dicen los medios tradicionales que hay en el país pues ellos solo defienden
los intereses de los corruptos oligarcas que hay en la nación.
Por Rey Díaz
zoolaar@live.com
Analista político