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El papa Francisco asegura que «la lengua es uno de los pecados de las suegras» (pero pide que se las trate mejor)

Así se expresó el pontífice durante su audiencia general celebrada este miércoles en la plaza de San Pedro, en el Vaticano.

El papa Francisco ha asegurado que «la lengua es uno de los pecados de las suegras», pero ha pedido que se las trate mejor, según lo declaró durante su audiencia general celebrada este miércoles en la plaza de San Pedro, en el Vaticano.

«Hoy la suegra es un personaje mítico. No digo que la pensemos como el diablo, pero siempre se la piensa como una figura no muy buena», explicó. «Y la suegra es la madre de tu marido o de tu esposa. Cuidad las relaciones con las suegras», añadió.

«Estad atentas»

En este sentido, Francisco indicó que, aunque reconoce que a veces son un poco especiales, hay que tener en cuenta que son las personas que han dado la maternidad a nuestras parejas, que nos han dado todo, por lo que hay que hacerlas felices.

«Y si tienen algún defecto que lo corrijan, obviamente», continuó. «Y vosotras, las suegras: tened cuidado con la lengua, porque la lengua es uno de los pecados de las suegras, ¿verdad? Estad atentas», agregó el pontífice.

Asimismo, el papa de la Iglesia católica habló del ‘Libro de Rut’, asegurando que celebra el poder y la poesía que deben habitar los vínculos de generación, parentesco, entrega y fidelidad que envuelven a toda la constelación familiar.

Alianza intergeneracional

«Sabemos que los lugares comunes sobre vínculos de parentela creados por el matrimonio, sobre todo entre suegra y nuera, hablan contra esta perspectiva. Pero, precisamente por esto, la palabra de Dios se vuelve valiosa», señaló.

Francisco considera que, si los jóvenes se abren a la gratitud por lo recibido y los ancianos toman la iniciativa de relanzar su futuro, nada podrá detener el florecimiento de las bendiciones de Dios entre los pueblos.

«En este momento difícil en el que la humanidad tiene sed de paz y fraternidad, es urgente que la alianza entre mayores y jóvenes sea fecunda y lleve a cada uno, en su estado de vida, a ser testigo y mediador de las bendiciones de Dios entre los pueblos», concluyó.

 

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