Presidente de Perú lanza Reforma Agraria-II y niega viraje derechista

Agregó que ‘no hay centrismo, acá no hay vuelta a la derecha, aca manda el pueblo, acá hay un gobierno elegido por los agricultores y por eso ratificamos con firmeza, que primero está el pueblo’.
Arropado por la masiva demostración de apoyo, en una región en la que ganó las elecciones en forma abrumadora, ratificó también la promesa de impulsar una nueva constitución y añadió también que su gobierno es respetuoso de los poderes del Estado.
El presidente hizo las afirmaciones en medio de contrapuestas versiones de prensa que le atribuyen desde la decisión de defender a toda costa al ministro de Trabajo, Íber Maraví, y al primer ministro, Guido Bellido, hasta la intención de retirarlos para complacer a la oposición parlamentaria que pide el retiro de ambos.
En los discursos previos, el ministro Maraví llamó a los campesinos a defender organizadamente a Castillo y su Gobierno ante un golpe de Estado derechista en marcha que, según dijo, pretende vacar (destituir) al jefe de Estado.
Similar arenga lanzó Bellido, en un discurso en el que rindió homenaje a la memoria del presidente militar nacionalista Juan Velasco Alvarado, quien tomó el gobierno un día como hoy hace 53 años y decretó la primera reforma agraria en junio de 1969.
Castillo destacó la importancia histórica de anunciar la reforma en Cusco, cuna del imperio de los Incas y región donde el rebelde inca Túpac Amaru encabezó la primera revolución rual andina.
Afirmó que después de aquella reforma, que fue un cambio estructural tras una larga lucha por la igualdad y la justicia, los productores del agro han sido ‘ninguneados’ (relegados).
Ante tal situación, descartó expropiaciones de tierras como las de 1969, cuando se terminó el latifundismo, y anunció en lo inmediato, medidas arancelarias para proteger al agro de la competencia de productos subsidiados que Perú importa.
Entre los alcances de la segunda reforma sobresale el respaldo al desarrollo de la agricultura familiar y las comunidades andinas, que garantizan la provisión de alimentos para toda la población.
La nueva reforma, explicó, prevé crear un gabinete de desarrollo agrario y rural que él presidirá, la creación de una planta productora de fertilizantes con los fosfatos que Perú produce y se fortalecerá las cooperativas y las comunidades campesinas.
El mandatario aseguró que los productores tendrán mejor acceso a los mercados, con medidas como las compras estatales de los productos de la agricultura familiar.
Igualmente, se dotará de apoyo técnico y crediticio a los agricultores y se construirán caminos y otras obras de infraestructura para el transporte de la producción, aseveró.