De los 11 jueces que componen la corte superior, ocho estuvieron de acuerdo en mantener la invalidez de las sentencias contra el fundador del Partido de los Trabajadores y tres se manifestaron en contra.
La mayoría de los ministros del Supremo reconoció la incompetencia del décimo tercer Tribunal Federal de la sureña ciudad de Curitiba para juzgar los casos contra el exdirigente obrero.
El 8 de marzo el magistrado Edson Fachin consideró a esa audiencia inepta para procesar los casos del apartamento triplex de Guarujá y la granja Atibaia, además de dos procesos que involucran al Instituto Lula.
Según el entendimiento ahora del pleno, el exjuez Sérgio Moro, declarado sospechoso de parcialidad por el Supremo, no podría haber juzgado los casos contra Lula.
La decisión culmina con la anulación de las condenas dictadas contra el exgobernante dentro del marco de la desactivada operación Lava Jato, por lo cual Lula vuelve definitivamente al ámbito político-electoral.
Investigaciones divulgadas la víspera muestran que el exlíder sindical tiene el 52 por ciento de la intención de votos contra un 34 del presidente Jair Bolsonaro en una posible segunda vuelta de los comicios del próximo año.
