Economía

Vino francés como rama de olivo para Joe Biden

Por Waldo Mendiluza

(Prensa Latina) Dos botellas de vino francés cruzan el Atlántico con destino a la Casa Blanca, desde ayer ocupada por el demócrata Joe Biden, como una señal de paz tras la guerra de Donald Trump contra la famosa bebida gala.

 

La iniciativa la tomó Marie-Guite Dufay, presidenta de la región Borgoña-Franco Condado, una de las potencias vitícolas del país, para solicitar al presidente número 46 de Estados Unidos que suspenda los impuestos a las importaciones del vino francés, aplicados por la administración Trump desde octubre de 2019.

El pedido en forma de carta fue acompañado por una botella de Côte de Beaune de la casa de Beaune y otra de Chardonnay de la casa de Montmorot, sin dudas una original rama de oliva, aunque está por ver si resulta suficiente para convencer al nuevo morador de la dirección 1600 Pennsylvania Avenue NW, en Washington DC.

La guerra del vino desatada por Trump sorprendió a algunos, pese a que su alegada política de ‘America First’ dirigió los cañones de las sanciones unilaterales lo mismo hacia ‘aliados’ que ‘enemigos’, y lo hizo, además, ignorando las advertencias del impacto de su cruzada arancelaria en el bolsillo de los propios consumidores norteamericanos.

Como una puñalada en el orgullo francés se leyó aquel tuit del ahora expresidente: ‘Siempre he dicho que el vino estadounidense es mejor que el vino francés’, escrito a finales de julio de 2019, cuando París impulsaba su Ley GAFA para fijar gravámenes a los gigantes de Internet, medida considerada por el magnate inmobiliario una ‘estupidez de Macron’.

De acuerdo con la Federación de Exportadores de Vinos y Bebidas espirituosas Francesas (FEVS), las importaciones desde la nación norteña cayeron un 50 por ciento en los primeros 10 meses del 2020, con pérdidas estimadas en más de 500 millones de dólares.

Tal vez Dufay con su peculiar ‘regalo’ en representación de Borgoña-Franco Condado se le adelantó al ministro de Agricultura, Julien Denormandie, quien a finales del año pasado mostró expectativas de que la llegada de Biden a la Casa Blanca mejore las relaciones comerciales Estados Unidos-Europa y sobre todo la situación del sector vitivinícola galo.

Entonces, Denormandie consideró esperanzadora la elección del exvicepresidente y otrora senador demócrata, aunque también reconoció que con frecuencia los impuestos norteamericanos sobreviven a los mandatarios.

Los conflictos esgrimidos por la administración Trump para establecer impuestos de aduana del 25 por ciento sobre las botellas no efervescentes de menos de 14 grados, siguen vigentes: la ley GAFA y la disputa Boeing-Airbus dilucidada ante la Organización Mundial de Comercio.

Una segunda etapa de los impuestos comenzó a aplicarse el 12 de enero, incluyendo al coñac.

El tiempo dirá el rumbo de las relaciones bajo Biden de Washington y la Unión Europea, y en particular Francia; por lo pronto, el canciller galo, Jean-Yves Le Drian, comentó que espera unos vínculos equilibrados y dominados por la confianza y el respeto, algo imposible durante la era Trump.

En ese sentido, mostró esperanza de que puedan superarse diferencias sobre comercio y en torno a desafíos clave para la humanidad, entre ellos el cambio climático, la paz y el multilateralismo.

Le Drian señaló al semanario Le Journal du Dimanche que la política arancelaria estadounidense con Trump generó tensiones y a veces conflictos, no solo en el sector vitivinícola, también en el acero, las empresas dominantes en Internet y la aviación.

Publicaciones relacionadas

Deja una respuesta

Botón volver arriba