Remesas cuesta abajo

Un reciente estudio del Banco Mundial proyecta que los flujos de remesas a las naciones de ingreso mediano-bajo se reducirán en un siete por ciento, hasta ubicarse en los 508 mil millones de dólares este año, y posteriormente disminuirán 7,5 puntos porcentuales, llegando a los 470 mil millones en 2021.
De acuerdo con las últimas estimaciones publicadas en la reseña sobre migración y desarrollo del ente financiero, en todas las regiones se registrarán disminuciones de dichas remisiones en este y el venidero calendario, y prevén que la caída más pronunciada será en Europa y Asia central, con 16 y ocho por ciento, respectivamente.
Le seguirán Asia oriental y el Pacífico (11 y cuatro puntos porcentuales), Oriente Medio y Norte de África (ocho por ciento), África al sur del Sahara (nueve y seis), Asia meridional (cuatro y 11) y América Latina y el Caribe (0,2 y 8 porciento).
Los especialistas consideran que en 2020, pese a la disminución prevista, las remesas serán aún más importantes como fuente de financiamiento externo en los países de ingreso mediano-bajo.
Estadísticas del Banco Mundial reflejan que en 2019 los flujos de estos envíos hacia esas naciones alcanzaron un máximo histórico de 548 mil millones de dólares, cifra superior a las relacionadas con la inversión extranjera directa (534 mil millones) y a la asistencia externa para el desarrollo (aproximadamente 166 mil millones).
Según pronósticos de la entidad, la diferencia entre los flujos de remesas y de la inversión extranjera directa se ampliarán, ya que se espera que esta última sufra una disminución más pronunciada.