Tecnología

Esta es la información que sabe de ti WhatsApp

J.M.S.
@abc_tecnologia

WhatsApp, aplicación de mensajería propiedad de Facebook, ha anunciado recientemente la actualización de sus términos de uso de cara a su adaptación al Reglamento General de Protección de Datos, que será de obligado cumplimiento a partir del 25 de mayo. Unas medidas que habrá que aceptar para seguir utilizando el servicio.

La compañía asegura con rotundidad que no está compartiendo información de la cuenta de los usuarios en Facebook, aunque reconoce sus intenciones de «trabajar más de cerca con otras empresas de Facebook en el futuro». Lo que sí reconoce es la información y datos personales que recopila de sus usuarios, entre los que se encuentra la información de la cuenta (número de teléfono, nombre del perfil con el que se ha creado), así como la lista de contactos. Próximamente, WhatsApp dejará descargar una copia de seguridad en donde se podrá ver los datos que guarda de cada uno.

La información que dice recopilar…

El modelo de gestión de WhatsApp como aplicación para dispositivos móviles permite asociar el número de teléfono al servicio. Sin ese dato, la «app» no se puede activar.De ahí que la compañía tenga acceso a esta información, pero a su vez se reconoce en los términos de uso que se puede acceder a la lista de contactos, así como la foto de perfil y la información biográfica en caso de habilitarla.

Desde 2016, la «app» dispone de un sistema de cifrado llamado «de extremo a extremo» que garantiza que los mensajes no se pueden interceptar y solo el emisor y el destinatario tienen, en teoría, acceso. La compañía, en sus nuevas políticas de uso, lo deja claro: «No conservamos sus mensajes en el curso normal […] Una vez que se entregan sus mensajes (incluidos sus chats, fotos, videos, mensajes de voz, archivos y compartir información de ubicación), se eliminan de nuestros servidores», aseguran.

Pero lo curioso es que, sin embargo, si no se puede entregar un mensaje inmediatamente «podemos guardarlo en nuestros servidores hasta por 30 días mientras intentamos entregarlo», aunque la compañía insiste en que pasado el tiempo se elimina. Pero existe, además, una información que se recopila de manera automática. Esta es la actividad del usuario, los archivos de registros, de bloqueos, de sitios web o informes de rendimiento.

… por supuesto de «cookies», terceros y Facebook

Además de esto, WhatsApp también recopila la información del dispositivo como el modelo de teléfono móvil, el sistema operativo, el nivel de batería, la potencia de misión de la señal, la versión de la aplicación, el navegador, la red móvil, el operador de telefonía, la dirección IP, así como datos de la ubicación, aunque en este caso «si usa nuestras funciones de ubicación» como la posibilidad de compartir el lugar en el que nos encontramos o la ubicación en tiempo real. Por su puesto, la compañía hace uso de las «cookies», pero información de terceros.

Esto último es, sin embargo, un apartado espinoso, puesto que lo que WhatsApp reconoce públicamente es que la empresa trabaja con proveedores de servicios externos y otros servicios del entramado Facebook para «mejorar» o »personalizar» la aplicación. De ahí que, por ejemplo, se tenga acceso a los mapas de Google para mostrar la ubicación o otras herramientas para realizar transferencias de dinero.

«Como parte de las compañías de Facebook, WhatsApp recibe información de, y comparte información con, las compañías de Facebook. Podemos utilizar la información que recibimos de ellos y pueden usar la información que compartimos con ellos para ayudar a operar, proporcionar, mejorar, comprender, personalizar, respaldar y comercializar nuestros servicios», recogen los términos de uso, en los que añaden: «Facebook no usará sus mensajes de WhatsApp para ningún otro propósito que no sea el de ayudarnos a operar y brindar nuestros servicios».

Subir la edad pero sin verificarlo

Otro de los cambios introducidos por WhatsApp es subir la edad mínima para acceder sin consentimiento de los padres a la aplicación. Pasará así de los 13 años a los 16 años. Por exigencias de las nuevas normas europeas, este tipo de plataformas deberán recabar el consentimiento expreso de sus usuarios. Los que tengan edades inferiores a los 16 años deberán contar, sin embargo, con la autorización de sus padres, pero se trata de una medida difícil de comprobar. Lo incluyen para cubrirse las espaldas, pero comprobar este dato es muy complicado sin la posibilidad de solicitar algún dato identificativo de cada persona.

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