Pese a ser una parte fundamental del trabajo de millones de personas, llevan años un poco estancados y necesitan una vuelta de tuerca
Cuando algo funciona, muchas veces es mejor no tocarlo. Esta forma de pensar, por paleolítica que suene, es muy acertada y hay miles de ejemplos en los que hay que darle la razón a sus defensores. Pero el Nokia 3310 funcionaba muy bien y llegó el iPhone a desbancarlo como el icono y el arquetipo de lo que es un teléfono. Nos guste o no, a veces el cambio es a mejor.
Y aunque la informática es un panorama en constante cambio y renovación, las bases de los instrumentos que usamos con el ordenador se han mantenido casi imperturbables durante las últimas décadas. Ratón y teclado siguen siendo las dos formas fundamentales de relacionarnos con lo que aparece en la pantalla. Y si bien el smartphone prescindió del segundo y cambió muchos aspectos del primero, este sigue ahí, como si la cosa no fuera con él.
Pero en lo que a los teclados tradicionales se refiere, las cosas no han cambiado demasiado. Quizá por eso Logitech ha anunciado un nuevo teclado con algo diferente, por señalar un poco este problema y, ya de paso, destacar un poco en un mercado en el que no hay mucho que hacer.
El Craft es un teclado bluetooth inalámbrico que tiene una rueda en su parte superior izquierda con la que se pueden ajustar parámetros de varios programas: puede ayudar a tocar la saturación de una foto en Photoshop, a moverse por celdas en un archivo de Excel… En resumen, se pueden hacer algunas cosas que normalmente exigen una combinación de letras o un par de pulsaciones de ratón con una pequeña ruleta.
Sí, suena estúpido, y quizá lo sea cuando se intenta aprender a usarlo. De momento, el teclado sólo se ha anunciado en el IFA y nadie lo ha probado, así que es difícil sacar una conclusión o la contraria. Pero estos inventos señalan, de casualidad o a propósito, que algunos elementos que usamos a diario llevan mucho tiempo sin mejorar a pesar de que, por ejemplo, muchos no usamos las teclas de función salvo contadas excepciones.
Esto no es un ataque a los estándares, ni mucho menos. Son algo fundamental sin los que la sociedad no funcionaría en muchos niveles, y por eso los teclados son todos prácticamente iguales en un mismo país. Cualquier teclado español tiene la Ñ, por ejemplo, y cualquier teclado alemán tiene una distribución de letras y símbolos QWERTZ.
Así que no digo que haya que matar las teclas de función que muchos programadores y profesionales usan constantamente a día a de hoy, pero va siendo hora de sacar más utilidad a un instrumento cotidiano del cual no usamos, en muchos días, una veintena de teclas. Como periodista, al menos, es mi caso.
La rueda de Logitech es un añadido que puede funcionar o no, pero es una innovación y una pasito en otra dirección que quizá nos lleve a alguna parte. O quizá el teclado es perfecto tal y como está y por eso nadie ha conseguido cambiarlo ni mejorarlo. Como la rueda, que por mucho que Apple quisiera reinventarla cuando estuvieron diseñando su propio coche, pues resulta que es la mejor forma de moverse en un vehículo.
