Según el estudio, Uruguay logró en 2016 un aumento del PIB de 1,5 puntos porcentuales, lo que completó 14 años ininterrumpidos de crecimiento económico.
Mientras la inflación mantuvo una tendencia a la baja desde mayo de 2016 y alcanzó el 6,5 por ciento en los 12 meses terminados en abril de 2017, destacó el reporte.
Pese a las medidas del Gobierno, observó la entidad, el déficit fiscal exhibe niveles muy elevados y los signos de retroceso son aún muy incipientes.
En 2016 el déficit del sector público consolidado se ubicó en un cuatro por ciento del PIB, el mayor desequilibrio desde 1989, pero el país mantuvo niveles razonables de deuda en relación con el PIB, prosiguió el proceso de desdolarización y contó con el respaldo de créditos contingentes de organismos internacionales, valoró la fuente.
A juicio de la Cepal, ‘la reducción del déficit fiscal parece ser uno de los mayores desafíos en materia económica para el Gobierno’, aunque distinguió que el incremento está asociado a programas sociales, entre ellos la salud.
El reporte apreció, además, que en 2016 mejoró la balanza comercial, pues los precios promedios en dólares de las exportaciones cayeron seis por ciento, mientras los correspondientes a las importaciones descendieron 11 puntos porcentuales.
De tal modo, al cierre del año la cuenta comercial arrojó un superávit por más de mil millones de dólares, equivalentes al dos por ciento del PIB, frente a un saldo del 0,4 por ciento en 2015.
Uruguay finalizó 2016 con incrementos en la deuda pública; sin embargo, ‘no tiene presiones derivadas de su perfil de vencimiento’, pues la mitad del servicio de deuda deberá pagarse después de 2023 y el estado cuenta con líneas de crédito contingente por valores en torno al 4,5 por ciento del PIB, precisó el análisis.
En opinión del organismo, los datos preliminares correspondientes a los primeros meses de 2017 apuntan a una prolongación de la reactivación económica observada a fines del año anterior.
De hecho, ilustró el documento, la temporada turística fue muy exitosa y se espera la confirmación de nuevos récords anuales de afluencia de turistas y divisas generadas por el turismo receptivo.
