El Gobierno de Luis Abinader Corona, Y su Gabinete de extrema Corrupción

Por Rey Díaz
Análisis político
Especial para el Listinusa.net

El Presidente Luis Abinader Corona, no ha sido, ni nunca será santo de mi devoción. Nadie puede
explicarse cómo es posible que, a pesar de todas las fechorías, diabluras y crímenes cometidos durante
su mandato presidencial, todavía siga gobernando la nación.
Luis Abinader Corona es el mandatario más corrupto en la historia Republicana y Democrática de la
nación. Parece ser que vivimos bajo una eterna maldición al permitir pisotear los símbolos sagrados de
Dios, Patria y Libertad que aparecen impresos en el emblema del escudo nacional.
La corrupción en el gobierno es insólita. Prometió hacer un gobierno de cambio, pero no nos dijo a qué
cambio se estaba refiriendo, que era un cambio para lo peor. En la nación no hay seguridad ciudadana.
Por doquier solo se nota el atolladero de una política fallida. La violencia está escalando números muy
elevados que desangran la familia dominicana y que este gobierno con los excesos de poder nos hace
regresar a la historia pasada de los doce años del Dr. Joaquín Balaguer, y a la Era de Trujillo.
Este gobierno azaroso ha tomado prestado más de 65 millones de dólares y todo para favorecer los
sectores oligárquicos allegados al gobierno narcotraficantes denunciados por el detective Ángel
Martínez residente en Miami, pero retenido en la República Dominicana.
Además, el Presidente sigue permitiendo la incontrolable corrupción de la inmigración de nacionales
haitianos que están convirtiendo el país en un Estado fallido. Esos haitianos llegan al país para delinquir,
robar, asesinar, invadir el territorio nacional, invadir terrenos, casas y cometer cualquier tipo de
atropello en territorio dominicano, sin que las autoridades ejerzan el control de esa pandemia nacional.
Los funcionarios que dirigen los estamentos del Estado son en su mayoría corruptos. Esos funcionarios
son promotores de la corrupción gubernamental y no hay control contra esa epidemia nacional. Los
apagones, los arrendamientos de los aeropuertos a capitales extranjeros, además de las otras obras de
infraestructuras hechas por este azaroso gobierno son obras que justifican los préstamos, sin que se
noten los resultados positivos en la nación.
Actualmente vivimos de una desgracia a otra desgracia. La caída del techo de la discoteca nombrada
como el Jet Set que mató un sin número de dominicanos y dominicanas, marcó el principio del fin del
gobierno de Luis Abinader Corona.
No podemos explicamos como es que a Juan Bosch un hombre noble, de buen proceder, fue rechazado
en 1963 cuando sufrió un golpe de Estado, mientras que a Luis no se le debió permitir gobernar ni por
un mes como presidente de los dominicanos. En el territorio dominicano no hay lugar para dos
naciones. Ni siguiera para que habiten en el país unos nacionales que no entienden lo que significa
convivir pacíficamente entre gentes civilizadas.
El caso de la alemana asesinada recientemente por un nacional haitiano, después de que ella lo acogiera
como trabajador en su casa, es una repetición de un crimen que se repite de vez en cuando. Desde
varios años atrás, se viene repitiendo la misma historia. Una persona quiere ayudar a un haitiano, lo
emplea, le da alojamiento en su casa, o lo recibe como su madre o padre, y este termina asesinando a su
benefactor, (ra). Mi pregunta es: ¿Cuándo los dominicanos vamos a aprender que los haitianos no son
personas confiables?
A Luis Abinader no se le puede dejar salir del país. Debe ser arrestado y juzgado por todos los crímenes
que ha permitido, apadrinando a la policía Nacional que son corruptos desde su formación. Luis
Abinader sigue endeudando el país, tomando prestamos millonarios que se tramitan a través de
organismos internacionales. Mientras la carestía de la canasta familiar básica sigue en aumento cada
día.
Lo cierto es que el ministerio público debe rastrear todo el patrimonio económico que tiene Luis
Abinader y también el dinero robado junto a sus cómplices. Las autoridades, nacionales o
internacionales deben confiscarle el mínimo centavo robado al país. Eso debe hacérsele a él, como
también a sus secuaces de su gobierno.
Como no creo en la pena de muerte, no hablaré de eso aquí, pero debe pagar por todos los crímenes
cometidos contra el pueblo dominicano. Las autoridades deben investigar al Mandatario por sus
vínculos con el terrorismo internacional, por las visas emitidas por su hermana, y por sus vínculos con el
gobierno corrupto del Líbano de donde proceden él y sus antepasados.
También debe investigarse sus vínculos con los carteles de la droga que entran al país, apoyados por su
gobierno. Luis Abinader es un personaje extraditable junto a su comparsa que operan desde las
estructuras del gobierno que él dirige.
Sino renuncia y se larga del país, será tumbado por su forma corrupta de presidir el país. Ese gobierno
tiene poco tiempo en el poder, tal vez menos tiempo que los que dura una cucaracha dentro de un
gallinero. Luis Abinader merece ser enjuiciado por una entidad donde reciba un castigo severo y certero
por todas las diabluras, y crímenes contra el hidalgo pueblo dominicano. La nación dominicana debe
salir de Luis Abinader y de todos los secuaces que el apadrina, dentro y fuera de su gobierno.