Opinión
OH MARGARITA…

Por SUCRE VASQUEZ
ES DE HOMBRES GRANDES, de líderes, como Alejandro Magno, de Macedonia, Napoleón con el genuino amor a su esposa Josefina, que ilustran, permiten entender las realidades de la breve existencia humana, atemperar, los grandes desaires, en virtud de la grandeza de espíritu, el mesurado comportamiento, la sangre fría para dar paso a «noblesse oblige» y continuar, con absoluto respeto, en los afanes y firmeza que es necesaria para los propósitos políticos y lograr los objetivos que la visión de un real estadista, que siempre estarán por encima de los apegos personales, como hizo Buda que dejó su familia, sus jardines y privilegios de amado Príncipe para ir, en total pobreza, a predicar debajo del sagrado Árbol Bodhi. Son retos que los visionarios afrontan en beneficio de sus pueblos, lo personal estará siempre suborninado a los desaires de conveniencia, a momentos, pero la gloria siempre está en favor de aquellos líderes y hombres corrientes, que apuestan al desapego en favor de la felicidad que viene y que se busca como capital social. Los tiempos pasan, pero las grandes ideas permanecen en un presente continuo. «Es tan corto el amor, y es tan largo el olvido», (como ha dicho Neruda) . Hay que honrar, siempre, la brevedad del amor, y, seguir con los propósitos que van de la mano con la dignidad y la grandeza para despejar el camino de la satrapía y la conveniencia del momento. El Dr. Leonel Fernández ya, ya, es un triunfador, porque ha abierto de par en par, las puertas de la libertad y el prestigio dominicano, como una humilde nación que ha vencido la tiranía, con la rebelión de las voces, de todos los matices.




