New York

Tras fuerte presión el NYPD destruye base de datos ilegal con huellas de jóvenes

Según una ley estatal, ninguna localidad en NY puede mantener registros de huellas digitales juveniles.
FOTO: GETTY IMAGES
eldiariony.com
El Departamento de Policía de la Ciudad de Nueva York (NYPD) mantuvo por años una práctica que era considerada ilegal, y que correspondía en mantener una base de datos con las huellas digitales de jovencitos que detenían aunque nunca fueran declarados culpables. Y a pesar que esta semana la Uniformada confirmó que había destruido esos archivos, los activistas y grupos de defensores aseguran que la acción es insuficiente y exigen más cambios en las tácticas de vigilancia.

Así lo indicó The Legal Aid Society, la organización que gracias a su presión logró que el NYPD destruyera la base de datos, al indicar que ahora es necesario que se realicen audiencias públicas en las cuales se analicen las nuevas tecnologías de vigilancia policial y de bases de datos, así como que se apruebe el proyecto de ley conocido como ‘POST Act’ (Public Oversight of Surveillance Technology).

Esta base de datos ilegal existió durante años, infringiendo los derechos de los jóvenes neoyorquinos, en clara violación de la ley”, dijo Dawne Mitchell, abogada a cargo de la práctica de derechos juveniles de The Legal Aid Society.

Esta organización había criticado, demandado y presionado al Departamento de Policía por mantener esos registros de huellas digitales, lo que aseguraba afectaba a decenas de miles de jóvenes neoyorquinos, muchos de los cuales nunca fueron declarados culpables de un delito.

“Estamos orgullosos de haber puesto fin a esta práctica ilegal. Hacemos un llamado al Concejo de la Ciudad para que celebre inmediatamente una audiencia pública sobre las tácticas de vigilancia cada vez mayores del NYPD sobre los neoyorquinos, incluidos sus jóvenes, y que apruebe la Ley POST“, agregó Mitchell.

Ese proyecto de ley fue introducido en el Concejo Municipal en marzo del 2017, con el fin de aumentar la transparencia y supervisión sobre el uso que hace el NYPD de nuevas tecnologías sofisticadas de vigilancia y redes de intercambio de información. Además, la legislación requiere que la Uniformada divulgue información básica sobre las herramientas de vigilancia que utiliza y la manera en cómo garantiza la privacidad de las personas cuando almacena esa información, a la vez de respetar las libertades civiles de los neoyorquinos.

Y uno de los grupos que más se favorecerían con la nueva ley serían los inmigrantes, en momentos en que el Gobierno federal cada vez hace más intentos de obtener información de las policías locales.

Caso que descubrió práctica ilegal

Los registros de arrestos juveniles son más protegidos que los de los adultos, y esto es gracias a las protecciones incluidas en la Ley del Tribunal de Familia del Estado de Nueva York. En esa legislación, por ejemplo, se establece que a los jóvenes solo se les pueden tomar sus huellas digitales cuando cometen ciertos delitos, y solo el Estado es el que puede mantener esas huellas digitales, pero en la mayoría de las instancias estos datos deben ser destruidos. Además, ninguna localidad estatal puede mantener registros de huellas digitales juveniles.

Sin embargo, en el 2014 un caso descubrió que esa no era la realidad. Ese año un menor de edad fue detenido y los fiscales reconocieron que habían usado las huellas digitales que ilegalmente retuvo el NYPD, y fue allí que The Legal Aid Society comenzó a sospechar que la Uniformada de la Gran Manzana no estaba cumpliendo con las leyes estatales.
Y aunque por más de un año la organización de defensa luchó por confirmar si el Departamento de Policía había destruido las huellas digitales de su cliente, al final lo que corroboró fue todo lo contrario, que habían sido almacenadas en una base de datos.

Tras eso, en el 2015, Legal Aid emitió una carta de demanda al NYPD, en la cual advertía que llevarían a cabo una pelea judicial si el Departamento se negaba a poner fin a esta práctica ilegal. La carta decía que “a pesar de los mandatos legales claros e inequívocos, el NYPD no cumple con sus obligaciones de sellar y destruir documentos relacionados con el arresto”.

En respuesta a la carta de demanda, la Policía negó que estuviera reteniendo huellas digitales de menores.

Pero la lucha contra la Uniformada fue más allá, y los activistas contactaron a la División de Servicios de Justicia Criminal del Estado de Nueva York (DCJS) para preguntar sobre sus prácticas de retención y destrucción de huellas dactilares juveniles. Posteriormente, DCJS realizó una revisión interna de sus registros, que reveló que sí había retenido ilegalmente miles de huellas digitales juveniles. Como resultado, DCJS envió a cada agencia local de aplicación de la ley, incluido el NYPD, una lista sobre los menores cuyos documentos relacionados con el arresto, debían destruir.

Después de un retraso de nueve meses, la Policía de Nueva York finalmente admitió haber recibido el comunicado de DCJS. Y en respuesta, reconoció inadvertidamente que había retenido no solo los registros relacionados con el arresto, sino también las huellas dactilares juveniles reales en su propia base de datos, conocida como Sistema Automático de Identificación de Huellas Digitales (AFIS).

Todas las fuerzas del orden locales, incluida la policía de Nueva York, tienen prohibido almacenar huellas dactilares juveniles.

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