Sindicato y General Motors negocian en medio de huelga en EE.UU.
Según reportes de prensa, el gremio también confirmó este domingo que aumentará de 250 a 275 dólares los pagos semanales a los casi 50 mil trabajadores en paro, quienes no reciben sus remuneraciones de General Motors desde el 16 de septiembre pasado.
Los afiliados y sus familias están sacrificándose; han tomado la valiente decisión de proteger la forma de vida de nuestra clase media, apuntó en un comunicado Gary Jones, presidente del sindicato (UAW, por sus siglas en inglés).
Primera desde 2007 para General Motors en Estados Unidos, la huelga, con afectaciones en México y Canadá también, comenzó después de dos meses de infructuosas negociaciones entre las partes mencionadas.
A partir de años de sacrificios para beneficiar a la empresa tras la crisis de 2008 y ganancias multimillonarias de la entidad, los trabajadores reclaman mejores salarios y condiciones laborales.
También pretenden mayores prestaciones sanitarias y que la compañía limite el uso de empleados temporales y cancele sus planes de cerrar en 2020 las respectivas plantas de Lordstown y Hamtramck, en Ohio y Michigan.
En su última oferta al UAW, General Motors ofreció invertir en los próximos años nueve mil millones de dólares en Estados Unidos, dos mil millones más que los anunciados inicialmente.
De igual manera, prometió mejores remuneraciones y medidas para que los empleados temporales se conviertan en permanentes.
Por su parte, el sindicato criticó a la empresa por dar a conocer lo que denominó verdades a medias y bloquear las negociaciones con el fin de agotar a los trabajadores en el paro y proteger millones de dólares en bonificaciones corporativas.
Ryan Brinkman, analista de la empresa financiera JP Morgan Chase, divulgó a inicios de este mes que la huelga le había costado hasta entonces al fabricante de vehículos más de mil millones de dólares.