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La presidencia brasileña de Mercosur plantea la suspensión definitiva de Venezuela

Los países de Mercosur se reunirán de urgencia el próximo sábado en Brasil para estudiar la suspensión definitiva de Venezuela ante la actitud del Gobierno de Nicolás Maduro. Mercosur, a través de la Presidencia de turno brasileña, ofreció a Maduro intermediar en un diálogo entre Gobierno y oposición. El presidente venezolano rechazó la oferta, según el ministro de Exteriores brasileño, Aloysio Nunes, quien ya anticipó en declaraciones al diario O Estado de S. Paulo que, en su opinión, la suspensión de ese país «es una consecuencia inevitable» dado su rechazo de Maduro a la negociación.

Los cancilleres del Mercosur pensaban reunirse en Lima el 8 de agosto, en el marco de una reunión regional convocada por Perú para tratar el tema de Venezuela. Pero la denuncia de fraude realizada por la empresa Smartmatic,a cargo del sistema de voto electrónico usado en la elección de la Constituyente, aceleró los tiempos. El presidente argentino, Mauricio Macri, al frente de la estrategia regional contra Venezuela, pidió hoy abiertamente una sanción. “Venezuela tiene que ser suspendida definitivamente del Mercosur. Es inaceptable lo que está sucediendo. Dejó de ser una democracia y se violan sistemáticamente los derechos humanos”, dijo.

El canciller de Paraguay, Eladio Loizaga, dijo que de la reunión de representantes del Mercosur en Brasil saldrá “sí o sí una decisión” común contra Caracas. “Se tomará en base a lo que establece el Protocolo de Ushuaia en cuestiones sobre democracia, teniendo en cuenta que definitivamente en Venezuela hay una ruptura del orden democrático», explicó Loizaga a Radio Nacional de Argentina. “Será algo definitivo, se tiene que tomar sí o sí una decisión. No hay vuelta que dar, no hay marcha atrás», opinó.

El Gobierno de Brasil ha preferido este jueves no hacer más comentarios, aunque se espera una declaración para mañana. En todo caso, su canciller ya ha sido tajante. Brasil ha hecho en los últimos días esfuerzos por facilitar el diálogo. La semana pasada envió de vuelta a su embajador en Caracas, que estaba asente desde septiembre. En una nota publicada el miércoles, el Ejecutivo brasileño exigió la inmediata liberación de los líderes opositores Leopoldo López y Antonio Ledezma, cuyas detenciones, señaló, «son una demostración más de la falta de respeto a las libertades individuales y al debido proceso legall».

La situación en Venezuela dominó la agenda de la última cumbre de presidentes del Mercosur, celebrada hace dos semanas en Mendoza. Brasil y Argentina intentaron aprobar una declaración que condenara abiertamente a Maduro por la elección de una Asamblea Constituyente, bajo la amenaza de suspensión. Pero la negativa del gobierno de Uruguay, acorralado por presiones políticas internas, promovió un documento final lavado y sin menciones concretas a las eleccionescelebradas el domingo.

En ese trance, Mercosur envió a Caracas una nota de consulta, como establece el protocolo antes de cualquier una eventual sanción contra un socio que ha roto el orden institucional. Si las consultas no prosperan, el Mercosur puede decidir la aplicación de la cláusula democrática. Esa es ahora la intención del bloque. Es cierto que Venezuela ya se encuentra suspendido, pero las causas son administrativas. Como Caracas no cumplió con el plazo de adecuación normativa al que se comprometió en 2012, cuando inició su ingreso como miembro pleno, se lo despojó de sus atribuciones hasta tanto avanzara en ese sentido. De la reunión en Brasil puede salir una suspensión política, mucho más grave, igual a la que recibió Paraguay hace cinco años cuando el Congreso destituyó en tiempo récord al presidente Fernando Lugo.

Argentina fue el país que impulsó desde un principio una sanción definitiva contra Venezuela. Macri siempre sostuvo que el país caribeño ya no era una democracia, pero su excanciller, Susana Malcorra, optó en su momento por la cautela y los llamados al diálogo entre Gobierno y oposición. Desde el 12 de junio, con la llegada del nuevo ministro de Exteriores, Jorge Faurie, y la evidente escalada de violencia en Venezuela, el discurso de la diplomacia argentina se endureció. A Maduro “no le importa nada. Nosotros creemos que [en Venezuela] no hay estado de Derecho, no se practica la democracia», dijo Faurie. Días atrás, Faurie adelantó incluso que Mercosur estaba “muy cerca” de aplicar la cláusula democrática.

El canciller argentino viajó hoy a Montevidedo, donde mantuvo una reunión a puertas cerradas con su par Rodolfo Nin Novoa. El ministro uruguayo no quiso responder si su país se sumará finalmente a las sanciones que impulsan sus socios contra Venezuela. «El sábado lo van a saber», dijo Nin Novoa a los periodistas. Todo se decidirá en Brasil.

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