El reciente cierre de los colegios hasta el 18 de enero obliga a millones de familias a ejercer otra vez de profesores de sus hijos
El largo y duro confinamiento de marzo, las vacaciones de verano, los cierres de aulas por contagios o contactos estrechos con compañeros positivos, las cuarentenas preventivas y, ahora, la puntilla de Filomena. ¿Cómo están respondiendo ante esta nueva situación los colegios, cerrados en principio hasta el próximo 18 de enero? ¿Cómo lo viven las familias? La realidad es que aunque se ha avanzado mucho en este sentido, el problema educativo de fondo y la falta de conciliación siguen estando ahí.
Así, mientras hay niños que desde el mismo lunes dando clase desde las 8:00 de la mañana en uniforme, otros se limitan a hacer tareas o deberes online en pijama, una gran parte no tienen clase telemática hasta hoy miércoles