Tecnología

Grindr, conocida «app» de citas para gays, comparte datos de VIH de sus usuarios

J.M.S.
@abc_tecnologia

Se ha abierto el melón definitivamente acerca de las prácticas de compraventa de datos personales que ejercen algunas de las aplicaciones más exitosas de la actualidad. La última en colocarse en el centro de la polémica ha sido Grindr, popular aplicación de citas para el colectivo homosexual, denunciada por, supuestamente, compartir el estado de los usuarios que han descrito si son portadores del virus VIH así como de otros datos de carácter personal con empresas de terceros.

Tras el escándalo en torno a Cambridge Analytica que ha colocado a Facebook en una posición delicada, las dudas acerca de la compraventa de información personal, aunque cedida voluntariamente por los usuarios, empiezan a acumularse y a preocupar a los colectivos que defienden la protección de datos. El problema es que al dato de VIH se le asocian el posicionamiento físico, la identificación del teléfono y la dirección de correo electrónico.

Según los primeros indicios, la filtración de datos se produjo sin fines comerciales a las firmas Apptimize y Localytics, que se dedican a optimizar aplicaciones. La organización sin fines de lucro noruega SINTEF detectó estas actividades, según desvelan «BuzzFeed» y «Techcrunch». «Como miembro de la comunidad LGBTQ (lesbianas, gays, bisexuales, transexuales y «queer»), entendemos que revelar un estado de VIH puede ser un tema delicado», escribe Scott Chen, uno de los fundadores de Grindr, en un comunicado, al tiempo que reconoce que esto puede causar «preocupación».

«Grindr nunca ha vendido o venderá información de identificación personal, especialmente datos de estado de VIH o la última fecha de prueba, a terceros o anunciantes»

A su juicio, el objetivo de la compañía siempre «ha sido promover la salud y la seguridad de nuestros usuarios», sostiene Chen, confirmando que Grindr «trabaja» con otras como Apptimize o Localytics. No son los únicos datos que comparte la aplicación; también se ha denunciado que lo hace con el geoposicionamiento GPS, el teléfono móvil, el género, la edad, si pertenece o no a una «tribu» (subcultura gay), así como los intereses de los usuarios.

De hecho, desde la compañía insisten en que los datos personales compartidos por sus usuarios están sujetos a los términos de uso aceptados por los usuarios, teniendo estos la elección de indicar o no en sus perfiles el estado de VIH. «Depende de ellos estar atentos», considera. La «app» se fundó en 2009 y cuenta en la actualidad con más de 3,6 millones de usuarios que se conectan diariamente en todo el mundo. en opinión de los denunciantes, «el estado de VIH está vinculado a toda la otra información. Ese es el problema principal», explica Antoine Pultier, investigador de SINTEF, en declaraciones a «BuzzFeed».

Por su parte, Cooper Quintin, del equipo de tecnología e investigación en seguridad de la organización Electronic Frontier Foundation, aseguró también que esa «es una práctica especialmente preocupante que puede poner en riesgo la seguridad del usuario». Pese a la denuncia, según el sitio de noticias «Axios», la aplicación ha dejado de compartir el estado de VIH de sus usuarios con compañías de terceros. «Grindr nunca ha vendido o venderá información de identificación personal, especialmente datos de estado de VIH o la última fecha de prueba, a terceros o anunciantes», insiste el fundador de la compañía.

«Los usuarios de redes sociales y app deben ser conscientes de que la información que comparten es usada por esas empresas para generar ingresos, pero en ningún caso se puede aceptar que esa información sirva para causar algún perjuicio a una persona concreto o a todo un colectivo»

Fuentes de de la Federación Estatal de Lesbianas, Gais, Transexuales y Bisexuales (FELGTB) han lamentado que este servicio haga uso de unos datos tan sensibles. «Las personas con VIH siguen sufriendo una grave estigma y cualquier uso indebido de su información personal puede contribuir a aumentarlo. La serofobia es una discriminación persistente en todo el mundo y necesitamos una mayor compromiso de todas las esferas sociales y políticas para acabar con ella», realcan en declaraciones a este diario.

«Los usuarios de redes sociales y app deben ser conscientes de que la información que comparten es usada por esas empresas para generar ingresos, pero en ningún caso se puede aceptar que esa información sirva para causar algún perjuicio a una persona concreto o a todo un colectivo. De ser cierto, este hecho supondría una gravísima vulneración de la intimidad de las personas en relación a su estado serológico porque una cosa es revelarlo en una app y otra muy diferente es que ese dato se extrapole para informar a un tercer agente», sostienen las mismas fuentes.

Por su parte, la Agencia Española de Protección de Datos ha abierto actuaciones previas de oficio para investigar este asunto.

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