También piden ayuda para beneficiarios de dos programas de inmigración humanitaria, Estatus de Protección Temporal (TPS)y salida diferida de cumplimiento (DED).
Estos programas son vitales para asegurar que miles de personas trabajadoras tengan derechos en el trabajo y la libertad de negociar juntos por un salario justo y condiciones de trabajo, declaró el presidente de la AFL-CIO, Richard Trumka.
El TPS otorga beneficios de inmigración a más de 300 mil personas de países que sufren desastres naturales o causados por el hombre.
Les instamos a renovar las designaciones de Estatus de Protección Temporal (TPS) y aprobar la legislación en la Cámara de Representantes lo antes posible, pero a más tardar los primeros 100 días del 116° Congreso, solicitaron los dirigentes sindicales en su apelación.
El Gobierno del presidente Donald Trump, en contra de la tradición mantenida por anteriores administraciones demócratas o republicanas, recortó el número de favorecidos por el TPS y dejó que el DED expirara, precisan los sindicalistas.
No obstante, esos pasos del gobierno fueron bloqueados por los tribunales, al igual que la orden de poner fin al programa de Acción Diferida para los Llegados en la Infancia (DACA), que protege a hasta 800 mil Dreamers. Los beneficiarios de Dreamers, TPS y DED ejecutaron, durante décadas, el trabajo del que dependen las industrias estadounidenses y nuestras economías locales, y merecen quedarse, dijo el presidente general de la Asociación de Pintores, Ken Rigmaiden, al abordar la importancia de una reforma de la ley.
Hasta ahora la Casa Blanca basa su política migratoria en la construcción de un muro en la frontera con México aduciendo razones de seguridad nacional y se niega a avanzar en la aprobación de un plan amplio e integral de reforma.
