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Google tiene que dejar de mentir en sus respuestas rápidas

Barack Obama está preparando un golpe de estado en Estados Unidos, algo que sería gravísimo de ser cierto. En realidad, es una mentira que Google ha ayudado a extender a través de las respuestas rápidas de su buscador, esos resultados maquetados y directos que aparecen ante búsquedas muy comunes.

El problema con estas respuestas es que no tienen en cuenta la veracidad del contenido tratado. El ejemplo del golpe de estado del expresidente Obama proviene de un blog de dudosa reputación, pero que aún así aparece en lo más alto de Google porque parece que muchos usuarios han buscado las mismas palabras, o unas muy parecidas, en muchas ocasiones.

La obsesión con los presidentes no se reduce a Obama, pues como han destacado en Searth Engine Land, una web especializada en motores de búsqueda, principalmente en lo que enseña Google en su buscador; también se busca muy a menudo cuántos presidentes de EEUU han pertenecido al Ku Kux Klan.

No hay ninguna prueba de que esto llegara a pasar, pero según Google, William McKinley, Woodrow Wilson, Warren G. Harding y Harry S.Truman fueron miembros de este grupo racista.

Por supuesto, el resto de resultados mostrados por Google no miente y muestra noticias de medios fiables que, en muchas ocasiones, directamente desmienten la información que aparece abriendo. Por desgracia, lo más habitual al usar el buscador es quedarse con los primeros resultados o con lo que aparece destacado, y precisamente ahí es donde aparece la información falsa.

La culpa de esta situación la tienen los algoritmos de Google, que valoran el peso de una información por la cantidad de tráfico en algunas ocasiones por encima de la fiabilidad de los datos. Si se busca mucho una mentira en Google, esta puede acabar destacada en el buscador, y ni los dispositivos inteligentes están a salvo.

Como ya han demostrado varios usuarios en Twitter, Google Home puede coger estos resultados rápidos con información falsa para informar a los usuarios que hagan una pregunta. Escuchar a una máquina mintiendo porque Google indexa un resultado equivocadamente podría dar para un capítulo de Black Mirror.

Existen formas de alterar el comportamiento de Google y de trampear los resultados, así como de aparecer en los destacados de apertura. Sin embargo, el factor que más peso tiene en este problema es el usuario y sus búsqueda. Los algoritmos no tienen sentido de la moral ni de la verdad, por lo que simplemente utilizan sus capacidades de aprendizaje para mostrar lo que más personas buscan.

La solución más sencilla a este problema sería eliminar las respuestas rápidas, pero esto perjudicaría al uso que muchos usuarios hacen de Google.

La mejor forma de resolver este entuerto sería actualizar los algoritmos y también tener a profesionales humanos que analizaran y examinaran qué pasa con los resultados que muestran, pero esto es caro, requiere tiempo, exigiría modificar muchos aspectos de cómo gestiona Google su herramienta y, en el caso del filtro humano, sería imposible de realizar. La compañía tiene unos 5.000 millones de búsquedas al día, lo que se salda con 1.000 millones de respuestas rápidas al día, algo imposible de controlar sin máquinas.

En el pasado, Google ha modificado resultados a mano para determinadas búsqueas problemáticas, como las que mostraban a Michelle Obama caracterizada como un chimpancé u otras que negaban el holocausto al buscar dicha palabra. Con las respuestas rápidas, sin embargo, esta solución no parece factible.

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