El suceso ocurrió el domingo en la tarde a una profundidad de 240 metros, se conoció el lunes en la noche y hasta ahora no se pudo establecer contacto alguno con las víctimas porque se dañó la red de comunicación.
La imposibilidad de dispersar rápido un gas venenoso y otros inconvenientes obstruyen las labores de rescate y todavía nadie salió de la mina, ubicada en la ciudad de Qixia, aún en construcción y perteneciente a la empresa Shandong Wucailong Investment Co. Ltd.
Según se supo, luego de la explosión la compañía por su cuenta organizó el rescate pero no logró llegar a los trabajadores.
Medios de prensa como la agencia Xinhua y el Diario del Pueblo deploran la conducta de la firma, enfatizan en la violación de varias leyes y en la tolerancia cero del Gobierno ante incidentes como esos.
Más de 300 trabajadores de socorro y salud están desplegados en el lugar para auxiliar de inmediato a los mineros, aunque los equipos sónicos no detectaron hasta el momento señal alguna de vida.