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Futuro Gobierno de Ramfis Domínguez Trujillo pondrá Fin al secuestro del Estado Dominicano

Rey Díaz

Análisis electoral

Hace aproximadamente dos años atrás parecía que el pueblo dominicano había caído en un limbo
político, sin alternativas del modelo impuesto por los partidos tradicionales, careciendo el país de un
esquema alternativo a la profunda crisis que afecta la nación por la escasez de una figura política que
garantice una nueva fórmula de administración pública, que no tenga ningún compromiso con el viejo
sistema de partido habitual, cuyos funcionarios solo se ocupen en sustraer los recursos del Estado, para
uso personal, sin ningún régimen de consecuencias por su prevaricación contra el Estado.
Esos políticos tradicionales han gobernado el país como si los bienes del Estado fueran el patrimonio de
los miembros del partido en el poder. Desde la desaparición de los tres principales caudillos políticos del
siglo 20 el Dr. Joaquín Balaguer, el profesor Juan Bosch y el Dr. José Francisco Peña Gómez, el PLD ha
sabido manipular a su favor las principales fuerzas políticas, para ejercer un dominio casi absoluto entre
las fuerzas vivas que componen la sociedad dominicana.
A raíz de la desaparición de esos tres principales líderes, los partidos mayoritarios como el PRD y el
PRSC, fueron reducidos a fracciones políticas, sujetos al escrutinio del partido en el poder. Ese
reduccionismo político de los partidos de oposición tiene su epicentro en el transfuguismo, y la
corrupción política de quienes por dinero venden su conciencia al mejor postor. En este caso el mejor
postor al que se han vendido los políticos corruptos, sigue siendo el Estado Dominicano.
Sin embargo, el panorama político dominicano muestra un elemento nuevo aleccionador a partir de la
figura del candidato político José Luis Ramfis Domínguez Trujillo quien rompe todos los moldes de los
políticos tradicionales.
A medida que pasa el tiempo se hace más evidente que el gobierno del Presidente Danilo Medina, ha
llegado a un agotamiento total, fruto de los escándalos de corrupción por Odebreacht. Esta situación le
ha ganado el repudio del pueblo. Ese agotamiento de su gobierno y de su figura como político mañoso
se debe esencialmente a los múltiples actos de corrupción, la inseguridad ciudadana, el descontrol
migratorio de las autoridades en la frontera, la impunidad, el narco tráfico que ha ido echando raíces y
que según el rumor público ha penetrado en todas las estructuras de las administraciones del PLD, PRD,
y el PRSC.
Los cuatro principales líderes de la actualidad, Leonel Fernández, Hipólito Mejía, Luis Abinader, y Danilo
Medina, junto a su gallo canú, Gonzalo Castillo, son todos parte de una estructura política de corrupción,
y ninguno de ellos representan el cambio que la nación necesita. En su primera novela, el Profesor Juan
Bosch parece haberse anticipado a los tiempos que vivimos hoy, cuando caracteriza en su obra La
Mañosa, al personaje principal quien según el autor había nacido ladrón, y la gente del PLD,
parafraseando al escritor, nacieron ladrones.
Ese mal uso de los recursos del Estado ha generado un enorme descontento en el pueblo, el cual va en
aumento ante la indiferencia del Presidente Danilo Medina quien es incapaz de tomar decisiones
encaminadas a solucionar los principales males sociales que afectan a la ciudadanía. Esa indiferencia de
Danilo Medina ha injectado energía a la candidatura del opositor del líder de oposición el Lic. José Luis
Ramfis Domínguez Trujillo cuya popularidad aumenta a pesar del control casi absoluto que ejerce el
Estado dominicano para controlar su participación dentro de los medios de comunicación social.

No obstante, a todas las escaramuzas del gobierno, la marcha titánica de Ramfis Domínguez Trujillo
hacia el poder continua adelante pues su oferta política satisface plenamente las necesidades y anhelos
del pueblo dominicano. Sin demagogia política, falsas promesas, ni exorbitantes gastos en su campaña
política como los otros candidatos tradicionales, la propuesta de gobierno de Ramfis Domínguez Trujillo
sigue conquistando los corazones del pueblo, muy a pesar, de la falta de mención de su figura política en
las principales encuestas que aparecen publicadas en los principales diarios de República Dominicana.
Su candidatura además de generar una notable simpatía dentro y fuera del país, su figura como político,
se ha ido proyectando gracias a las entrevistas que aparecen en las redes sociales y que poco a poco
esas entrevistas se han ido convirtiendo en vírales. Es evidente que entre los políticos ligados a la
corrupción cunde un pánico que va en aumento debido a las promesas que Ramfis Trujillo ha estado
haciendo de que someterá a la justicia a todos los políticos corruptos y quitará por la vía legal todo el
dinero que se han robado del pueblo dominicano.
Esta es una batalla histórica que se está librando heroicamente entre José Luis Ramfis Domínguez
Trujillo y el gobierno de Danilo Medina y a pesar de todos los inventos propagandísticos difamatorios de
los voceros del gobierno contra su candidatura, y a pesar del derroche de dinero que el Estado
dominicano gasta en publicidad, y pago a quienes asisten a las concentraciones del PLD, su nivel de
simpatía y aceptación continua en aumento.
Debemos dejar claro que ningún candidato opuesto al gobierno de Danilo Medina tiene igualdad de
condiciones para competir en una contienda electoral, ya que el gobierno ejerce control absoluto a
través de los cuadros políticos que trabajan dentro de la Junta Central Electoral, y que pertenecen al
PLD, además del uso inmoral que el Estado hace de los recursos del pueblo en gastos de publicidad,
vehículos del Estado y funcionarios que trabajan para la administración pública.
En primer lugar, es interesante observar que la Junta Central Electoral ha estado haciendo
demostraciones sobre los nuevos equipos electrónicos que se usarán en las próximas elecciones. Según
los representantes de la JCE, esos equipos son muy seguros y nadie los podrá jaquear. En segundo lugar,
debemos notar que el gobierno de Danilo Medina ha hecho un acercamiento a los gobiernos de China y
Rusia, quienes podrían interferir en los resultados finales de las próximas elecciones creando un clima
muy similar al producido por la intervención rusa en los comicios celebrados en los Estados Unidos en el
2016.
Después de los innumerables actos de corrupción por parte de la compañía brasileña Odebreacht y los
funcionarios del Estado que recibieron sobornos para aprobar varias obras sobreevaluadas, sin que
hasta la fecha nadie haya sido sentenciado, prueba esto que no se puede confiar en el gobierno de
Danilo Medina para la celebración de unos comicios transparentes.
La corrupción que existe en la tierra de Duarte, Sánchez y Mella, se presta para un escenario de fraude
electoral que garantiza el triunfo al candidato del gobierno y que desde ya las encuestas están
condicionando al electorado, para luego justificar la victoria de las elecciones primarias, y luego de que
gane el candidato de Danilo Medina, seguirán con el curso de sus operaciones, rumbo al 2020 para
hacer lo mismo.
Si los jueces que forman parte de la Junta Central Electoral no fueran cuadros del partido y por ende
gente fiel al gobierno de Danilo Medina, pudiéramos confiar en los resultados finales de ese concurso
electoral. Pero esa confianza no existe, ni existirá hasta que no cambiemos el modelo de los funcionarios
que obedecen a lo que diga el presidente. Ese es el modelo seguido desde Trujillo hasta Danilo Medina
por los gobiernos de turno. Ahora los seguidores de Danilo y Leonel están asustados y temen ser

cancelados si el gobierno pasa a otro mandatario que no sea del PLD, y que favorezca al Presidente
Danilo Medina.
A pesar de todo eso, los niveles de simpatía y popularidad que el pueblo dispensa a Ramfis Domínguez
Trujillo, se hace evidente que, si las próximas elecciones fuesen realizadas y el conteo de los votos se
hace en forma transparente, los resultados estarían ligados el triunfo de José Luis Ramfis Domínguez
Trujillo para el año 2020 quien pondrá fin al secuestro y a la extorción que mantiene el Estado
Dominicano desde que el Partido de la Liberación Dominicana asumió el poder.
Por un lado, los partidos políticos contrarios al gobierno tienen que tener muy presente que la
representación de sus delegados es necesaria en todos los niveles del proceso electoral para garantizar
que el proceso sea pulcro, y transparente, sin que se ejecuten los fraudes a los cuales ya estamos
acostumbrados.
Por otro lado, en cada centro de votación, al concluir la jornada electoral, deben levantarse actas que
indiquen el número de votantes, y el conteo de los votos electrónico que favorecen a cada candidato
que tercie en las elecciones. Así, luego se reúnen esas actas y se comparan con los resultados finales que
reporte la JCE a nivel nacional.
Estos delegados deben ser instruidos para que nadie los engañe el día de las elecciones. Solo los
candidatos ganadores a los distintos escaños podrán cantar victoria, al revisar las listas, y compararlas
con los resultados finales del voto electrónico. Así todos los candidatos políticos podrán corroborar el
triunfo o la derrota de su partido. Ojo con los apagones. Se prestan para fraudes…

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