Rey Díaz
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En la historia de la locución dominicana, Luis Federico Martínez, apodado “El Pacha” es una de las figuras más carismáticas y controversiales de los medios de comunicación. Nació el 22 de enero del año 1970, en la Provincia de Santiago, en la República Dominicana. Su ascenso, frente a los micrófonos, ha ido creciendo a medida que también ha crecido su popularidad, la cual nadie pone en dudas actualmente.
Su incursión en la radio, la televisión y últimamente en las redes sociales han catapultado a este hombre llegando a ser uno de los profesionales más querido del público que le sigue en su larga trayectoria como locutor, maestro de ceremonia, productor y director de sus propios programas; conquistando así no solo el aplauso de su público, sino también el respaldo de políticos y comerciantes quienes todavía se anuncian en sus diferentes programas, los cuales tienen altos ratings y aceptación entre sus fans.
En su paso por los diferentes proyectos que ha producido en su carrera profesional, El Pacha ha entrevistado a figuras de relieve en el arte, la música, la política y el mundo empresarial lo que le ha ganado el reconocimiento entre sus colegas, el público en general y los artistas que ha llevado a sus programas a través de su larga y fructífera trayectoria profesional, lo tendrán en sus memorias.
Desde los años 1990 cuando empezó su trabajo en los medios de comunicación se ha dejado sentir entre el público que le sigue, por su entretenimiento, la oferta de regalos que siempre brinda a personas necesitadas, además de tener una variedad en los segmentos de su show.
Pero El Pacha es una persona controversial. El show puede ir muy bien, pero de repente hace un exabrupto, e inmediatamente insulta, se enoja, así como puede besar a una mujer, o a un hombre; también puede arrebatar el micrófono a otra persona por no estar de acuerdo con lo que dijo, o puede sencillamente arremeter contra uno de sus colaboradores, o simplemente insultar a alguien que ni siguiera está en su programa.
Luis Federico Martínez, El Pacha, no escucha el consejo de nadie. Son muchos los artistas de renombre internacional que han querido ayudar a este carismático líder del micrófono, aconsejándole moderación y comedimiento en sus palabras y acciones.
Sin embargo, la popularidad de El Pacha, empieza a decaer aceleradamente tal vez más rápido que su ascenso hacia la fama. Primero, fueron los comentarios racistas que emitió contra un compañero de la locución dominicana, un excelente profesional del micrófono, actor y periodista como lo es Tony Dandrades que trabaja en los Estados Unidos para una cadena de televisión conocida.
El segundo descenso se debe a su incursión en la política dominicana, su apoyo incondicional al ex presidente Danilo Medina y Gonzalo Castillo, el Penco. Al salir estos del gobierno pasado, su apoyo financiero se vio limitado mientras que las empresas de televisión han empezado a restringir las palabras de este hombre en los programas de El Pacha. Se ha rumorado en los medios de comunicación que los dueños de estaciones de televisión, no quieren que él haga comentarios políticos en sus programas.
Tal parece que Federico Martínez tiene una doble personalidad, o un problema emocional que lo traiciona y no lo deja mantener la cordura y el buen comportamiento ante quienes difieren de sus puntos de vista. Su arrogancia es tal, que con frecuencia se nota como este quiere forzar a otros para que estén de acuerdo con todas sus diabluras que se le ocurren, una de ellas es que lo reconozcan como el mejor animador de programas de todos los tiempos.
Ese carácter explosivo y arrogante de creerse el mejor entre los más reconocidos locutores y presentadores dominicanos, lo lleva a mostrar un lado de inmadurez que exhibe en sus shows, con el cual nadie en su juicio cabal puede estar de acuerdo con la conducta eufórica y agresiva de este presentador.
Pero El Pacha es más que eso. La doble personalidad que él exhibe hace que su figura, además de ser controversial pasa a ser, a veces ameno, otras veces divertido, luego en poco espacio de tiempo se torna melancólico, efusivo, arrogante y agresivo.
Ese es el lado oscuro de un presentador que es orgullosamente arrogante por creerse ser superior a todos los demás locutores, maestros de ceremonias y figuras de relieve como han sido Yaqui Núñez del Risco, Freddy Beras-Goico, así como otros grandes expertos locutores que dejaron sus huellas por la radio y la televisión dominicana. Ahora bien, este señor insiste en exigir la adulación y el reconocimiento como el mejor animador, de la televisión y la radio dominicana de todos los tiempos.
Sin ánimo de ofender a Federico, su conducta muestra los síntomas de una persona enferma por el desorden bipolar, o maniático-depresivo. Puede estar sonriendo y haciendo disfrutar a su público, pero de repente, cambia su estado anímico, mostrando un lado oculto que sobresale cada vez que está frente a las cámaras, en el aire. El Pacha quiere que todos sus compañeros sean como los micrófonos que transmiten y están de acuerdo con lo que diga este rufián de la televisión dominicana.
El Pacha está pidiendo auxilio a gritos. Necesita la intervención de un profesional de la Psiquiatría que le ayude a ser la persona que el realmente quiere ser. Si continua como va, seguirá el derrotero de otros que, como El Pacha, nadie quiere estar a su lado porque no se sabe el próximo exabrupto y el mal momento que le hará pasar a sus compañeros y al público que lo sintoniza.
Mientras tanto, ni me pego, ni gano nada con El Pacha. La opción mía será permanecer despegado, y desconectado de sus programas. Solamente así gano y me despego de las rabietas de este personaje dantesco.