Una de las voces más reciente que se alzó al respecto fue la Secretaría de Derechos Humanos (SDH) de la Presidencia de la República, la que a través de un comunicado intitulado ‘Violencia de género, derechos humanos y cambio cultural’, expuso sus consideraciones.
Esta instancia de gobierno, presidida por Nelson Villareal, fue categórica al estimar que la violencia hacia mujeres, niñas y niños, así como hacia las personas en condición de vulnerabilidad en la sociedad ‘son expresión de estructuras de dominación y desigualdad que manifiestan una cultura patriarcal y machista’.
La SDH asegura que asumirlo ‘es un paso para empezar a cambiar’, por lo que las múltiples iniciativas estatales y de la sociedad civil no bastan sin un cambio cultural que centre el valor cotidiano en la dignidad humana.
Al profundizar sobre los homicidios de mujeres, apunta que son femicidios, y como tal, trascienden lo meramente jurídico o nominativo y suponen ‘una forma cultural que parece naturalizarse’ y demanda cambios tanto en lo subjetivo como en lo material e institucional.
Esos cambios reclaman promover nuevas formas de resolver conflictos y pautas de convivencia para revertir los mecanismos reproductores de la desigualdad e inequidad.
Una de las propuestas del gobierno para contribuir de cierta forma a contener este fenómeno es el proyecto de ley integral contra la violencia, en la actualidad en estudio en el Parlamento, y de la cual se exige su aprobación inmediata.
En un comunicado reciente la bancada de senadores del Frente Amplio propuso aprobar a la brevedad esa iniciativa y subrayaron que propondrán a las demás fracciones una pronta aprobación.
El citado proyecto considera la violencia basada en género como una violación a los derechos humanos, que implica además, una discriminación por razón de género, y para la SDH ‘es la expresión normativa e institucional necesaria’ para poder encauzar el cambio cultural y avanzar hacia la eliminación de este tipo de violencia.
La institución gubernamental considera que la referida propuesta incorpora una ‘mirada holística’ para combatir las distintas violencias, y no solo tipifica el delito de femicidio, sino que también promueve formas de prevención de la violencia, protección, apoyo y empoderamiento de las víctimas.
Como parte de las acciones para visibilizar el problema en lo inmediato, la Central Única de Trabajadores PIT-CNT y organizaciones de la sociedad civil convocaron para el 8 de marzo -Día Internacional de la Mujer- a un paro parcial y a salir a las calles a repudiar los asesinatos de féminas.
La propia Secretaría de Derechos Humanos convocará también, el 24 del propio mes, a una jornada de ‘reflexión crítica y constructiva’ desde los distintos ámbitos institucionales y sociales.
