Opinión
Las «rémoras» y el gran «tiburón blanco
Las «rémoras» y el gran «tiburón blanco»
Por Dayvi López Vargas
La rémora es el pez que siempre vemos en compañía de los tiburones. El tiburón blanco es de los animales marinos más grandes y temidos de los océanos. Las rémoras se adhieren a los tiburones de tal manera que no se desgastan e invierten muy poca energía cazando.
Este pez creado para ser independiente, pero resulta, que ha elegido irse por lo más fácil, que sea otro que los mantenga, que sea otro que les permita estar bien alimentados, transportándose y bien adheridos al gran depredador de los océanos, el incomprendido y legendario tiburón blanco.
En este instante político e histórico, el gobierno y partido oficialista puede ser comparado a este aislado y arrogante tiburón, con habilidad para destruir, matar y generar temor. Este tiburón blanco no admite adversarios en la atmósfera política, o lo destruye o los compra.
Muchos medios de comunicación son aduladores y como las rémoras son capaz de atrapar los desperdicios y restos de comida que escapan de la boca del gran tiburón, e incluso, como verdaderos coprófagos o escatófagos, de lamer o limpiar de forma casi instintiva las heces de quienes los alimentan y con muy poco esfuerzo.
Lamentable, muchos «periodistas» y comunicadores atenten contra el país y como verdaderas rémoras absorban parte de los fondos públicos que les deja caer el Poder Ejecutivo del dinero del pueblo. El PRM ha gastado alrededor de 9 mil millones en publicidad. Por eso estas rémoras prefieren vivir adheridas al gran tiburón blanco. Con esa inversión se hace una escuela por día y cientos de hospitales.
El legendario gran tiburón blanco es mucho más temible en la realidad que en nuestra imaginación. En estos últimos días el depredador número uno empieza a ver su imagen desvanecerse. Solo hay que observar su infame sonrisa al lado de la casta y sus «enllaves» de «sangre azul». El destino final de este monstruo: es que no pueda seguir corrompiendo o haciendo daño.
Este depredador solitario ha hecho una especie de simbiosis, probablemente después de un arreglo mutuo entre el gran tiburón y las astutas rémoras. No nos cabe la menor duda que ambas especies se benefician de dicha asociación, lo más probable se sea, en el fondo, de manera ilícita. Ambos se benefician de estas asociaciones y han creado una estrecha relación.
Esta curiosa simbiosis entre las rémoras y el tiburón blanco son un estorbo a los deseos de la sociedad y la transparencia y protección del país. No en vano, la palabra rémora proviene del latín ‘rémora’, que significa ‘atraso’.
Finalmente, hacemos un llamado a los periodistas y comunicadores éticos y honestos, a defender la dignidad de su carrera y a cambiar la percepción de prensa corrupta, «lambones», parásitos, plagosos o «bocina». Sin el periodismo ético y profesional no hay una verdadera democracia.Antes el periodismo combatía al oficialismo, ahora se unen a él. Deben diferenciarse del grupo de rémoras que mienten, especulan o buscan confundir y confabularse con los que buscan destruir la república.