Ucrania culpa a Rusia de un nuevo fracaso en las labores para evacuar la ciudad de Mariúpol
Las autoridades ucranianas han culpado este lunes a Rusia de un nuevo fracaso en las labores de evacuación de la asediada ciudad de Mariúpol después de que estallaran nuevos combates alrededor de la planta siderúrgica de Azovstal.
«Los invasores rusos no nos han dado la oportunidad de sacar a la gente de Azovstal», ha denunciado en la televisión ucraniana el gobernador de Donetsk, Pavlo Kirilenko, quien ha contado que al menos 56 personas pudieron ser evacuadas a territorio controlado por Kiev antes de que empeorara de nuevo la situación.
La planta de Azovstal es uno de los últimos reductos de la ciudad de Mariúpol que le quedan por conquistar a Rusia, en su intento por tomar el control total del este y sureste de Ucrania y poder formar así un corredor que una las regiones de Donbás y la península de Crimea, limitando a su vez la salida al mar de Kiev.
Los últimos defensores de la ciudad se han atrincherado en Azovstal junto a unos 200 civiles, entre los que hay una veintena de menores de edad. No está claro el número exacto de personas que hay en los búnkeres. La Guardia Nacional de Ucrania ha cifrado en 500 los combatientes ucranianos heridos que siguen allí.
Por su parte, Rusia ha asegurado que más de un centenar de personas han sido evacuadas desde el sábado. Más de la mitad de las personas que han podido salir han optado por ser trasladados a territorio controlado por el Gobierno ucraniano, ha informado el Kremlin, quien ha insistido en que la seguridad de todas estas personas estaba garantizada.
«Los 69 civiles que han decidido ser evacuados a áreas controladas por Kiev han quedado en manos de la ONU y Cruz Roja y se dirigen ahora a Zaporiyia en un convoy», ha explicado el Ministerio de Defensa ruso en un comunicado.
Mientras tanto, este lunes han continuado los combates, que han dejado al menos cuatro civiles muertos y una quincena de heridos en las regiones de Járkov y Donetsk. Uno de los puentes del río Dniéster ha sido alcanzado cerca de Odesa, donde otro de los proyectiles de las fuerzas rusas ha impactado en una iglesia.