#MeToo en Google: la protesta sin precedentes de trabajadores del gigante tecnológico contra el acoso sexual
El personal de las oficinas de Google en todo el mundo está organizando una serie de paros sin precedentes en protesta por el trato que la compañía da a las mujeres.
La campaña, que puede encontrarse en internet como #GoogleWalkOut(huelga en Google), está prevista para este jueves y se espera que participen en ella empleados de 40 de las 70 oficinas que tiene Google.
Los trabajadores exigen varios cambios en la forma en que se tratan las acusaciones de conducta sexual inapropiada en la empresa.
El director ejecutivo de Google, Sundar Pichai, dijo que apoya el derecho de los trabajadores a llevar a cabo la acción.
«Entiendo el enfado y la decepción que muchos sienten», dijo en un correo electrónico enviado al personal.
«Yo también lo siento, y estoy completamente comprometido con hacer avances en un tema que ha persistido demasiado en nuestra sociedad… Y, sí, aquí en Google, también».
El malestar en la firma tecnológica explotó la semana pasada cuando el diario estadounidense The New York Times dio a conocer que un alto ejecutivo recibió una indemnización de US$90 millones desde que dejó la compañía, pese a que Google consideraba como «creíble» la acusación de conducta sexual inapropiada en su contra.
Andy Rubin, conocido como el «creador» del sistema operativo Android, negó las acusaciones.
El martes pasado, otro ejecutivo, en esta ocasión del Laboratorio X -unidad de investigación de la compañía-, también renunció. Se reportó que Richard DeVaul tuvo un comportamiento sexual inapropiado con una mujer a la que había entrevistado para un puesto.
DeVaul no hizo comentarios desde su renuncia, pero en el pasado calificó el incidente como un «error de juicio».
Al menos otros 48 empleados fueron despedidos por acoso sexual sin recibir una indemnización, le dijo Pichai al personal.
Los trabajadores involucrados en la protesta de este jueves dejarán una nota en los escritorios de sus colegas: «No estoy en mi escritorio porque estoy protestando con otros trabajadores y contratistas contra el acoso sexual, la mala conducta, la falta de transparencia, y una cultura en el lugar de trabajo que no es adecuada para todo el mundo».
También tienen una serie de demandas formales a la dirección de Google:
- Poner fin al arbitraje forzado en casos de acoso y discriminación para todos los empleados actuales y futuros. El arbitraje forzado, una cláusula de contrato común para los trabajadores de Silicon Valley, exige que cualquier disputa se resuelva internamente en lugar de a través de otros métodos, como los tribunales. Los críticos del arbitraje forzado dicen que se usa no solo para proteger la reputación tanto de la empresa como del acusado, sino también para silenciar a las víctimas que no pueden apelar las decisiones o tomar medidas adicionales.
- Un compromiso para acabar con la inequidad de salario y oportunidades.
- Un informe sobre casos acoso sexual divulgado públicamente.
- Un proceso claro, uniforme e inclusivo a nivel mundial para reportar casos de conducta sexual inapropiada de forma segura y anónima.
- Que el director de diversidad reporte directamente al CEO y haga recomendaciones directamente a la junta directiva.
- El nombramiento de un representante de los trabajadores en el consejo.
«Los empleados han elevado ideas constructivas sobre cómo podemos mejorar nuestras políticas y nuestros procesos», dijo Pichai en un comunicado la noche del miércoles.
«Estamos tomando en cuenta todos sus comentarios para que podamos convertir estas ideas en acciones».
«Marcha de mujeres»
Las protestas comenzaron con una «marcha de mujeres» organizada por al menos 200 ingenieras de Google cuando se supo sobre la indemnización a Ruby.
Durante el fin de semana, un grupo de trabajadoras de la compañía comenzó a pedir votos en un foro interno para organizar la marcha.
El lunes, la publicación ya había alcanzado cientos de votos, le dijo a BuzzFeed una empleada de la tecnológica que prefirió no revelar su identidad.
«Personalmente, estoy furiosa», aseguró. «Siento que hay un patrón de hombres poderosos que salen impunes con comportamientos horribles hacia las mujeres en Google».
Esta protesta se suma a una serie de acciones en los últimos meses de los empleados contra la compañía, sobre todo por dos polémicos proyectos: Marven (una colaboración con el Pentágono) y Dragonfly (en China).
Los trabajadores de Google se quejan por falta de ética y transparencia y piden una mayor supervisión hacia ciertas decisiones tomadas por los altos directivos. La compañía tiene más de 94.000 empleados en todo el mundo.