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El BBVA advierte de la “vuelta atrás” que supondría la elección de un presidente “populista” en México

La primera entidad financiera de México entra en campaña a casi un año vista de las elecciones federales de julio de 2018. El presidente de BBVA, Francisco González, ha subrayado este jueves en la Ciudad de México la «importancia» de la cita electoral en la que México decidirá el nombre de su nuevo presidente: «Si México elige, y espero que sea así, un presidente con conocimiento y una visión realista de lo que es México y el mundo, este país va a pegar un avance enorme en los próximos seis años a partir del año que viene», ha destacado en un encuentro con medios de comunicación en la capital mexicana. «Si, por el contrario, quien ocupe la presidencia es una persona que tiene una visión más del pasado, muy populista, pensando que se pueden prometer muchas cosas que después no se pueden entregar… Eso sería una vuelta atrás. No puedo explayarme mucho más, pero tenemos un país muy cercano [a México] en el que lo que hemos visto en los últimos 15 años ha sido un auténtico desastre», ha añadido González en referencia implícita a Venezuela.

En su visita a la Ciudad de México, no programada antes de los seísmos, el jefe de BBVA ha anunciado una aportación de 180 millones de pesos (casi 10 millones de dólares) para la «reconstrucción y requipamiento» de escuelas en las zonas más dañadas por los terremotos que han sacudido el país en el último mes. «México es una gran nación, de héroes anónimos comprometidos con su país», ha destacado. Inmediatamente después del seísmo del pasado día 19, el banco ya había donado 10 millones de pesos a Cruz Roja Mexicana para que fueran empleados «de acuerdo con las prioridades estratégicas». La entidad financiera, en línea con otras grandes empresas con intereses en México, también había destinado 31 toneladas de ayuda humanitaria de primera necesidad a las capas de la población golpeadas por la catástrofe. En los últimos años, BBVA ha redoblado su apuesta por México, un país que ya aporta el 46% de su beneficio global, por delante de América del Sur (18%), Turquía (14%), Estados Unidos (11%) y España (7%).

Pese a su preocupación explícita por el desenlace del proceso electoral de julio del año que viene, el presidente de BBVA ha incidido en su confianza en el futuro de México. «Es un gran país, con mucho poderío, mucho más de lo que la gente a veces cree. Ojalá tuviéramos más oportunidades para seguir invirtiendo aquí; todos los inversores lo desean», ha añadido. «[Los terremotos] han sido un gran desastre, pero también una gran oportunidad de mirar hacia adelante». A su juicio, los dos seísmos no cambian la perspectiva económica de la segunda mayor potencia económica de América Latina: «El impacto sobre el crecimiento va a ser de solo una o dos décimas», ha remarcado. Las previsiones de los principales servicios de estudios mexicanos dibujan un escenario en el que la menor actividad comercial en las zonas afectadas lastrará la economía en el corto plazo. En el medio y largo plazo, sin embargo, la expansión será mayor gracias a las labores de reconstrucción.

Un día después de que concluyese, con pequeños avances, la tercera ronda de renegociación para actualizar el Tratado de Libre Comercio de América del Norte (TLC), González se ha mostrado confiado sobre el proceso. «No tengo ninguna duda de que se va a negociar de forma razonable, México tiene cartas que jugar para que el acuerdo sea justo y positivo para los tres países», ha agregado. «Cuando uno pone fuerza y tiene razón, las cosas salen bien». El presidente de BBVA ha reconocido haber tenido «dudas» en algún momento sobre el futuro del mayor tratado comercial del mundo. «Pero ahora no», ha remarcado. «El planteamiento inicial de la Administración Trump ha sido erróneo y así se ha demostrado. Dice muchas cosas, pero luego hay que ejecutarlas. [En la renegociación del TLC] México tiene menos que perder que Estados Unidos».

A su lado, el consejero delegado del segundo banco español por activos, Carlos Torres, ha desligado la posible venta de su negocio en Chile a la entidad canadiense Scotiabank de su estrategia en Sudamérica y en el resto de América Latina, incluido México. «No va a afectar en nada», ha recalcado.

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