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Ciudad de Nueva York. La lucha armada de Abril del 1965 fue una expresión patriótica de un grupo considerado del pueblo dominicano que combatió heroicamente para defender y regresar al orden constitucional del 1963 que había sido alterado por un golpe de estado, después de 7 meses de gobierno democrático del Profesor Juan Bosch.
De todos es sabido que en ese golpe de estado participaron abiertamente militares dominicanos, el gobierno norteamericano a través de su embajada en el país y sectores de la burguesía Dominicana que decidieron alterar la democracia representativa en el país caribeño.
Esa guerra cívica-militar de Abril del 1965 solo contó con la participación de algunos barrios de la capital y que prácticamente abarcaban esos sectores lo que podría describirse como el centro de lo que es hoy la ciudad de Santo Domingo. Sin embargo, barrios como Villa Duarte, el ensanche Ozama, Los Mina, Alma Rosa y otros barrios que iban en algunos casos más allá de la Avenida Máximo Gómez no participaron en esa lucha armada.
Esa Guerra no sólo fue un rechazo armado contra el gobierno del Triunvirato presidido por Donald Reid Cabral, sino que también fue la expresión del pueblo ante la usurpación de poder, la corrupción anti constitucionalista, la violación al orden previamente establecido por el voto popular mayoritario del pueblo Dominicano.
Para algunos sectores el golpe de estado era justificado al acusar al Profesor Juan Bosch de comunista. Pero resulta ser que Juan Bosch no era comunista. La realidad del caso es que Juan Bosch era anti trujillista. Y los enemigos del dictador eran apodados como comunistas. Esa táctica del régimen Trujillista dio sus resultados positivos para la dictadura debido a que todo el que se oponía a Trujillo era tildado de comunista y por lo tanto el régimen lo perseguía, torturaba y asesinaba a los que se oponían a Trujillo y todo esto se hizo con el consentimiento de los Yankees.
Ese lema se siguió usando en el país aún después de la muerte de Trujillo. Durante el gobierno de los 12 años del Dr. Balaguer se siguió usando la misma táctica para perseguir a los que se oponían a su gobierno. Es más en un artículo publicado recientemente por el economista Bernardo Vega, acusa a Bosch de ser Comunista. Pero resulta ser que este economista fue funcionario durante los gobiernos del Dr. Balaguer y su análisis obedece a ese sector que todavía sigue viendo comunismo en donde no lo hay.
Es más la Guerra de Abril del 1965 no fue dirigida por comunistas, ni procuraba un cambio de sistema político es decir el democrático por el sistema comunista, sino que los combatientes de Abril procuraban restablecer el orden constitucional que había sido alterado por el golpe de estado dado por los sectores de la derecha extrema y el gobierno de Washington.
Lamentablemente la miopía intelectual de algunos escritores, siguen analizando la guerra de Abril como una revuelta comunista. Si los constitucionalistas hubiesen sido comunistas jamás hubiesen llegado a un acuerdo de paz para ir a elecciones pues resulta ser que los marxistas leninistas no creían para ese entonces que se pudiera llegar al poder por la vía del voto popular.
Esa situación cambió cuando El chileno Salvador Allende triuno en su país por medio de elecciones. Pero todos sabemos los resultados funestos para el presidente Allende y para el pueblo de Chile que ese triunfo le costó.
Esa guerra de Abril del 1965 era por tanto una lucha democrática, en contra de la corrupción y los atropellos que había sufrido el pueblo Dominicano antes de que Juan Bosch fuera el presidente, y después que fue derrocado por el golpe de estado.
Por un lado, si la guerra de Abril hubiese contado con los altos mandos militares y con el apoyo de todo el pueblo dominicano, no estuviéramos en el atolladero en que nos encontramos como nación «democrática».
Pero por otro lado, por qué la guerra de Abril fracaso en su intento por dar una vuelta atrás en la historia. Ese fracaso se debió a los intereses de una clase enajenada por la corrupción, embriagada por la sangre de quienes se oponían a una política corrupta y oportunista que solo busca el bien de la clase en el poder y no en la liberación del pueblo Dominicano.
Yéndonos un poco atrás en la historia, a principio de los 70 un abogado que no recuerdo su nombre escribió un artículo sobre una conversación privada entre él y Oscar Gil Díaz. La discusión del artículo tenía como tema la posición ideológica del abogado quien afirmaba que Juan Bosch era comunista mientras Oscar Gil Díaz afirmaba en esa discusión privada de que no lo era.
Bueno, el abogado decidió sacar a la luz pública la conversación privada entre él y Oscar. Su primer artículo fue publicado en el vespertino Ultima Hora. Aunque era una conversación privada Oscar Gil Díaz no tuvo otra alternativa que responder en el mismo periódico al abogado.
El duelo de escritores parecía que iba a durar por mucho tiempo pues después que el abogado publicará su primer artículo Oscar público otro exponiendo su punto de vista de por qué el no creía que Juan Bosch era comunista. El abogado público otro artículo defendiendo su tesis a lo cual Oscar Gil Díaz respondió con dos artículos consecutivos.
Para ese tiempo estaba bebiendo de la erudición de ambos escritores y esperaba con vehemencia la respuesta del abogado en el periódico Ultima Hora. Cuando pasaron los días y no vi la respuesta del abogado, le pregunte a Oscar Gil Díaz que había pasado que la discusión había sido interrumpida, a lo cual me contesto que de acuerdo al Director de Última Hora, Virgilio Alcántara, la discusión había terminado con los dos últimos artículos de Oscar Gil Díaz.
Oscar Gil Díaz, periodista y escritor, señalaba que Juan Bosch no se había leído los libros de Karl Marx, ni de Lenin al momento del golpe de estado del 1963 por lo tanto no era comunista. Pero que luego, Juan Bosch como intelectual al fin estudio el contenido de las obras de Marx y aceptó el materialismo histórico como método de análisis. Pero que usar ese método no constituye en sí ser comunista.
El materialismo histórico como método de análisis sirve para observar y comprender los fenómenos que acontecen históricamente en cualquier sociedad pero que el solo hecho de usarlo no te convierte en comunista.
Así como estudiar las enseñanzas de Martin Lutero, no te convierte en Luterano, o las de Juan Calvino, en Calvinista, o las de Buda en budista, así mismo pasa con las ideas de muchos otros escritores como Marx, Lenin, Engels, Stalin, Hitler, Mussolini o cualquier otro pensador, escritor, o político.
Si esto no fuera así entonces los médicos que trabajan en laboratorios y estudian los insectos, se convirtieran en insectos, y los que estudian los ratones en ratas.
La Guerra de Abril mostró al mundo y a los Estados Unidos que un puñado de hombres y mujeres pueden salir a luchar por la constitución y por la democracia de un pueblo que sabe defender sus derechos, incluso si tiene que tomar las armas para mantener vigente los logros alcanzados por el voto democrático.
En su carrera militar el Coronel Francisco Alberto Caamaño saco mayor ventaja que sus compañeros pues supo estar en el mejor lado de la historia cuando luchó heroicamente contra las fuerzas invasoras y los sectores más atrasados del país. Esa gesta patriótica no debe olvidarse jamás.