En una hermosa estancia a 34 kilómetros de Santiago, en Talagante, la bodega con más de 130 años de existencia es una de las más emblemáticas del país austral y de las primeras en ponderar una política amigable con el medio ambiente.
El Parque de la Viña, diseñado por el paisajista francés George Dubois en 1890, ofrece una panorámica especial rodeado de la vid al borde del valle del Alto Maipo, uno de los tantos donde se cultivan las uvas de Undurraga.
‘Ya el cambio climático comenzó a afectarnos. Iniciamos una vendimia con bastante anticipación por las mayores horas de calor que tuvimos en primavera y verano. Ahora mismo debería haber más lluvia y frío’, comentó Ananía.
El funcionario de Undurraga explicó que la firma tiene un equipo de agrónomos y especialistas que buscan minimizar los efectos de las variaciones del clima, a la vez que se trabaja para la sostenibilidad de la producción.
Además de Alto del Maipo, la bodega tiene sembradíos en Lomas de Leyda, Santa Ana, Cerros de Almahue, Cauquenes, Colchagua, Codigua y El Huique.
Hay una amplia gama de variedades, con acento en los clásicos del Cabernet de Sauvignon, Carmenére, Merlot y Pinot Noir en los tintos, y Chardonnay, Sauvignon Blanc y Riesling en los blancos.
‘El pasado año vendimos alrededor de dos millones de cajas, una cifra que esperamos repetir en 2017. Nuestros mercados principales son Estados Unidos, Asia, con prioridad en China, y Europa’, apuntó Ananía.
Subrayó que en lo adelante, el portafalio de vinos y espumantes de Undurraga se concentrará en los productos premium en una gama alta de precios.
