Venezuela: la cruzada opositora de Luis Almagro

Por Miguel Fernández Martínez
(PL) El secretario general de la Organización de Estados Americanos (OEA), Luis
Su plan y sus ‘informes’ -visiblemente previsibles-, están dirigidos a satanizar al gobierno bolivariano que preside Nicolás Maduro, elegido democráticamente en 2013, tras vencer a una derecha dividida y sedienta de poder, que no puede demostrar en la práctica, las supuestas denuncias que le ‘encargan’ a su vocero en la presidencia de la OEA.
En un intento trasnochado de derrocar a la Revolución Bolivariana, Almagro, con un guión perfectamente redactado desde Washington, insiste en aplicar los artículos 20 y 21 de la llamada Carta Democrática Interamericana, y suspender a Venezuela del ejercicio del derecho a participar en la OEA y como resultado, dejarla aislada en el continente.
La reacción del gobierno del gobierno de Caracas no se hizo esperar, y con ella, el rechazo de centenares de movimientos populares, grupos de solidaridad y naciones amigas que condenaron inmediatamente el plan injerencista fraguado por el secretario general de la OEA para desestabilizar la tranquilidad y gobernabilidad, no solo de Venezuela, sino de toda la región.
El presidente Maduro, en enérgica respuesta a los ataques orquestados por Almagro, reafirmó inmediatamente que ‘la Revolución Bolivariana seguirá peleando por la justicia, la igualdad y el socialismo, con o sin la OEA’.
‘No será suficiente la quinta paila del infierno -enfatizó Maduro- para que se castigue el deshonor y la traición de Almagro con la causa bolivariana, y su pretensión de agredirla e intervenirla’.
Pero Venezuela no es la única nación de América Latina que ahora está en el centro de estos ataques mediáticos y difamatorios orquestados por la derecha internacional. Fue exactamente en la OEA, hace 55 años, que Cuba tuvo que enfrentar los intentos de estrangulamiento fraguados en
Estados Unidos, que utilizó a la OEA como su lobo, para intentar arrinconar a la Revolución cubana, recién instaurada en 1959.
Ahora, la mirada agresiva se dirige a los países donde existen gobiernos progresistas de izquierda, -Ecuador, Bolivia-, o contra naciones donde echaron andar mecanismos anticonstitucionales -Brasil, Honduras, Paraguay- para deshacerse de líderes incómodos a los preceptos de la Casa Blanca.
Los planes del secretario general de la OEA, si resultaran, pueden ser muy peligrosos para la estabilidad política y económica del continente, pero lo que Almagro y su comparsa de golpistas olvidan, es que Venezuela no está sola. (Tomado de Semanario ORBE)