La seguridad es un campo en el que las grandes empresas de tecnología no dejan de trabajar, pero parece que por mucho que se esfuercen, siempre hay hackers con ingenio de sobra para ponerse por delante y complicar las vidas a los usuarios y a las compañías que tienen que velar por su protección.
Por ello, la CIA seguramente encuentre muy valioso el experimento que un grupo de hackers está llevando a cabo con altavoces y que permite, con un equipo de muy bajo coste, tomar control de toda calse de dispositivo a distancia utilizando ondas de sonido. Pese a lo sencillo que suena, el sistema es tremendamente sofisticado.
El sonido que estos altavoces producen está pensado para interferir con los acelerómetros de los teléfonos, que son esos sensores que indican a tu móvil cuándo te estás moviendo o qué gestos estás haciendo con el teléfono en la mano.
Dado que estos sensores están suspendidos en unos minúsculos muelles, el sonido consigue que estos vibren y se muevan de distintas maneras. Al enviar señales diferentes, los hackers consiguen que los acelerómetros lleven a cabo varias operaciones sin el permiso del usuario.
¿Y qué se consigue con esto? Los hackers han podido bloquear un teléfono a distancia, por ejemplo, o conseguir que muestren vídeos, e incluso controlar determinadas aplicaciones, como una que permite conducir un coche a distancia. Y según los responsables de estos experimentos, se podrían conseguir muchas otras funciones si el usuario usa mucho el acelerómetro para interactuar con su teléfono.
