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Filosofía Política Peledeísta

Rey Díaz nadaorg.22@outlook.com

Ciudad de Nueva York. La conceptualización política que ha estado dominado gran parte de la palestra pública Dominicana en las últimas 6 décadas de nuestra historia ha estado dirigida por la teoría y la práctica del profesor Juan Bosch, y del Doctor Joaquín Balaguer tras el fantasma de la era de Trujillo y la observación maquiavélica  norteamericana.

Después del ajusticiamiento del tirano su fantasma siguió permeando las estructuras e instituciones del Estado dominicano y esta realidad contribuyó en mantener vigente durante los años siguientes una economía deficitaria, aumentando los niveles de pobreza y marginalización a lo largo y ancho del país caribeño. Pero a su vez los funcionarios corruptos fueron aumentando sus bienes y liquidando a todos sus críticos.

En ese entonces la arrabalización del sistema educativo, los hospitales, el transporte, la pobreza extrema entre los barrios capitaleños, y sectores rurales incluyendo los municipios, los acueductos deficientes, la falta de electrificación en país fueron quedando limitadas, por no decir obsoletas, ante la explosión demográfica y la incapacidad de los gobiernos y el sector industrial  de generar crecimiento económico entre la clase media y la baja pequeña burguesía.

La guerra de Abril de 1965 fue un factor determinante para el crecimiento de la inmigración legal e ilegal hacia los Estados Unidos, América latina, Europa, islas del Caribe y Rusia entre los países escogidos por dominicanos para forjarse un nuevo futuro económico.

Con la Guerra de Vietnam Los Estados Unidos sacrificaron una gran parte de su fuerza laboral, y aquellos que no fueron sacrificados quedaron inutilizados por los efectos psicológicos de la guerra así como también por las mutilaciones de los cuerpos de los que regresaron con vida de esa guerra infernal. Ese hecho género que los Estados Unidos tuvieran una apertura inmigratoria para suplir la demanda laborar industrial que tanto hacía falta en Norteamérica.

Mientras tanto la carnicería humana de los 12 años de Balaguer continuaba haciendo estragos en la sociedad dominicana castrando dentro del pueblo a cualquiera que osara desafiar la política corrupta de la administración Balaguerista. Los efectos de esa política, pro-violación de los derechos humanos afectó grandemente nuestra juventud.

El Doctor Balaguer uso de su experiencia y conocimiento de la idiosincrasia de nuestra sociedad para guiar los destinos del país como un negocio propio, usando a los hombres, a las mujeres y los recursos del Estado para mostrarnos su gran ego de estadista.

Hasta cierto punto el Dr. Balaguer fracasó en producir líderes idóneos para desarrollar un sistema sólido que contribuyera en la eliminación de la pobreza. Su liderazgo estaba más bien basado en el culto a su personalidad, y no en el desarrollo de nuevos líderes que pudieran en el futuro dirigir al país por el camino de la democracia y crecimiento sostenible de una economía que desarrolle sus riquezas con una infraestructura que garantice el progreso sostenible de la nación.

El doctor Balaguer desarrolló una fuerza laboral de funcionarios y militares corruptos, sicarios, contrario a la mitología del rey Mida, corrompía todo lo que tocaba, aunque el rey Mida convertía en oro todo lo que tocaba.

Su influencia, sin embargo, está presente perennemente en todos los estamentos del Estado  dominicano que dio pie a las riquezas que muchos políticos del presente y el pasado exhiben en el país. El doctor Balaguer fue un maestro místico del mal agüero pues aparentaba ser un santo inofensivo pero era tan vil y malvado como el ángel de la muerte del Apocalipsis.

Sus discípulos crecieron, se desarrollaron y se multiplicaron por todo el país. Esos discípulos han seguido fiel a esa regia disciplina Balaguerista de corrupción, injusticia social y muerte.

Al otro lado del epicentro político dominicano después de la dictadura surge la figura del profesor Juan Bosch con larga trayectoria política y que había formado –junto a otros líderes en el exilio –el Partido Revolucionario Dominicano.

Su preparación, carisma y oratoria lo condujo a confrontar la clase de la centro derecha, que eran parte de esa clase burguesa incapaz de ver más allá de sus propios intereses.

Junto al prominente líder del Partido Revolucionario Dominicano, el Doctor José Francisco Peña Gómez se enfrentó en una batalla ideológica propagandística partidista contra la Unión Cívica Nacional donde el papel de la radio jugó un papel fundamental en el triunfo «del buey que más jala».

Pero el triunfo del gobierno Perredeísta no duró mucho tiempo, siete meses en total, debido a la formación ética y moral incorruptible del profesor Juan Bosch quien fue firme en su lucha contra los enemigos del pueblo dominicano. Esa lucha se libró entre el bien y el mal, entre los que buscaban el bien propio, antes que el bien común, dejando sus frutos como los casos de corrupción que se ventilan en la prensa nacional en el día de hoy.

Es a partir del golpe de estado del 63 que la historia del país se encamina por los senderos más oscuros y turbulentos que dio como resultado el gobierno del triunvirato, la guerra de Abril 1965, el envío de los 42,000 mil marinos norteamericanos quienes invadieron el país por segunda vez durante el siglo XX.

La culminación de toda esa historia encuentra su estado más elevado en la supuesta elección del Doctor Balaguer de 1966, quien representó en toda su existencia un gobierno malvado, fomentando el servilismo y el paternalismo mágico en la sociedad dominicana. El paternalismo mágico usado por Balaguer, Leonel Fernández y últimamente  Danilo Medina consiste en dar bolsitas de alimentos, migajas, que no alcanzan ni para dos días para una familia de tres, creando la ilusión  de ser buen presidente para el país, cuando los funcionarios del gobierno, los políticos  desfalcan los recursos del Estado Dominicano.

El Partido de la Liberación Dominicana a partir de los 90 se une al Partido Reformista Social Cristiano aceptando la praxis a fondo de la corrupción Balaguerista. Y es a partir de esa unión que los seguidores del PLD no siguen más la línea política del Profesor Juan Bosch pero la trayectoria de su maestro el Doctor Joaquín Balaguer.

Es a partir de ese momento histórico que se desarrollan en el país grados de corrupción que se  extienden por todas las esferas sociales del país, siendo Leonel Fernández el hijo de esa corrupción que ha llevado al PLD a la podredumbre más grande que ha vivido la nación en toda su historia.

Eliminar de una vez por todas la corrupción es una tarea imposible, pues en el país debemos hablar de una cultura de corrupción, de la cual sería muy difícil depurar quién es y quién no es corrupto en el país. Fue por ese mismo sentir, que el Profesor Juan Bosch, decidió formar un nuevo partido, el PLD, para dar así continuación a la obra del Prócer Juan Pablo Duarte.

Los círculos de estudios fueron el instrumento usado por Bosch para transformar la sociedad dominicana. Bosch buscaba formar hombres y mujeres capaces de poner sus propios intereses a un lado, para forjar la liberación que el pueblo necesitaba. ¿Se habrá equivocado el profesor? No creo.

Quienes han sido engañados por su propio afán de obtener bienes son los dirigentes Peledeístas que han montado en el Estado dominicano todo un andamiaje político estructurado para la centralización del poder en la figura del presidente.

Y como el primer gobierno del PLD llegó hasta el palacio presidencial gracias a la maniobra política Balaguerista, la corrupción llegó al PLD por la transfusión de Sangre que Balaguer inyectó al PLD y al Dr. Leonel Fernández Reyna para que este pudiera continuar su obra de corrupción, muerte y violaciones a los derechos civiles de los dominicanos.

El PLD tiene a muchos informadores públicos comprados, pero todavía hay un gran número de libres pensadores que no han vendido su alma a la corrupción. Otros, aunque son parte del gobierno, son capaces de hacer críticas muy bien ponderadas sobre la cultura de corrupción que vive el país.

Así que la filosofía política Peledeísta seguirá dando mucha agua de beber a la lucha anti corrupción que ha surgido en la nación, pero no será el PLD en la forma que hoy le conocemos que será capaz de llevar a cabo la obra empezada por Juan Pablo Duarte, ni mucho menos serán más meritorios al invocar el nombre del Profesor Juan Bosch.

El PLD actual es una afrenta a la práctica y conceptualización política de Juan Bosch. Y discípulo de Bosch no serán, los Peledeístas muestras mayor inclinación y afinidad hacia al maestro de la corrupción, el Dr. Joaquín Balaguer y su discípulo más aventajado el Dr. Leonel Fernández Reyna. El gallo que según el Doctor Balaguer no pudo encontrar en su propio patio y tuvo que ir al del vecino para conseguir semejante extirpe de gallo.

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