Los presentes guardaron un minuto de silencio para recordar a las 12 personas que fallecieron en el ataque perpetrado con un camión en un mercado navideño.
El presidente del congreso bicameral, Norbert Lammert, recordó que se trata de una amenaza global, la cual exige una cooperación efectiva en la política de seguridad en Europa y más allá de sus fronteras.
Según Lammert los errores y las debilidades estructurales que quedaron al descubierto con el atentado, cometido por un tunecino clasificado como peligroso y vigilado por las autoridades nacionales, exigen repensar la arquitectura de la seguridad alemana.
El parlamentario abogó por evitar la sospecha generalizada sobre personas de otros orígenes y religiones, muchas de las cuales llegan a Alemania huyendo del terrorismo.
El pasado 19 de diciembre Anis Amri arremetió con un vehículo contra una muchedumbre en un mercado de navidad en la capital germana y además de la docena de muertos y dejó alrededor de 50 heridos.
El grupo terrorista Estado Islámico reivindicó el ataque, mientras que Amri fue ultimado cuatro días después durante un control policial en la ciudad italiana de Milán.
