Desde el 17 de octubre, está en marcha una ofensiva para recuperar el control de la norteña urbe, en la que participan tropas iraquíes, fuerzas kurdas y otros grupos armados que luchan contra el EI, con el apoyo de la aviación extranjera.
La portavoz de la Oficina del Alto Comisionado, Ravina Shamdasani, señaló que algunas localidades de Siria hacia las que huyeron civiles iraquíes también están en poder de los islamistas.
Por eso, tenemos preocupación de que ante los ataques terrestres y los bombardeos de Estados Unidos contra el EI, sus combatientes acudan a tácticas similares a las empleadas en Mosul, como el secuestro, la colocación de explosivos improvisados en viviendas y el uso de escudos humanos.
Shamdasani se refirió, además, a la inquietud que generan las operaciones anti-terroristas en zonas pobladas.
Tenemos reportes de que el 9 de noviembre, al menos 23 civiles murieron, entre ellos seis mujeres y cuatro niños, en un bombardeo lanzado contra al-Hisha, un poblado ocupado por el EI, ubicado al norte de la provincia siria de Raqqa, ilustró.
