Tecnología

El iPhone X ya casi no guarda ningún secreto

Por ÁNGEL JIMÉNEZ DE LUIS

Las filtraciones más recientes han revelado el nombre del nuevo iPhone, de sus dos versiones ‘menores’ y sus principales características

Apple anunciará mañana, martes 12 de septiembre, tres nuevos teléfonos: el iPhone X, el iPhone 8 y el iPhone 8 Plus. Lo hará en el auditorio Steve Jobs de la nueva sede de la compañía, el Apple Park, y dos de ellos son la evolución de los actuales iPhone 7 y iPhone 7 Plus. Sin embargo, el primero de ellos es el que más renueva la gama de móviles y sobre el que se conoce ya casi todo.

En los últimos meses, detalles de este nuevo teléfono con un diseño completamente renovado y casi sin marcos se han dejado caer por la red. Varios analistas han conseguido también información de las compañías que proveen a Apple de los componentes necesarios para la fabricación de sus dispositivos. Es una dinámica a la que Apple se enfrenta prácticamente cada año pero, esta vez, un despiste de Apple ha confirmado muchos de estos rumores

Una versión final de la próxima versión del sistema operativo iOS11 que no debía hacerse pública hasta el martes ha comenzado a circular por varios foros y en su interior hay varias referencias al nombre y las novedades de los nuevos teléfonos.

Gracias a ella sabemos, por ejemplo, que la evolución de los actuales iPhone 7 y 7 Plus no se conocerá como 7s y 7s Plus, como cabria esperar por la estrategia de marketing que hasta ahora ha seguido la compañía. Se llamarán como iPhone 8 y 8 Plus. Se espera que el diseño de estos dos teléfonos sea muy similar al actual pero vendrían equipados con mejores cámaras, un procesador mucho más potente, una pantalla con una reproducción de color más avanzada y la posibilidad de cargar la batería de forma inalámbrica.

El iPhone X será probablemente la estrella del evento, un teléfono para conmemorar el décimo aniversario del lanzamiento del iPhone original y el dispositivo más ambicioso de Apple hasta la fecha.

El teléfono, según varios iconos presentes en el código de la versión final del sistema operativo, tendrá una pantalla que OLED que ocupará todo el frontal salvo una pequeña pestaña en la parte superior. En esa pestaña hay varios sensores, un altavoz y la cámara frontal. Uno de los atractivos de este teléfono es que ofrecerá casi la misma superficie de pantalla del 7s Plus en el tamaño más compacto del 7. Tendrá una resolución de 1125 × 2436 pixeles y la misma tecnología True Tone que Apple ya incluye en los iPad y que permite adaptar la temperatura de color a la luz ambiente.

El nuevo diseño obligará a deshacerse del lector de huellas -aunque algunos rumores apuntan a que Apple lo integrará en la parte trasera del dispositivo- En su lugar, el usuario podrá autenticarse mediante un nuevo sistema de reconocimiento facial que funcionará incluso tanto en ángulos extremos como de noche (gracias a un emisor de infrarrojos). No sólo reconocerá los rasgos de la cara del usuario sino su geometría para impedir que pueda ser burlado con una foto, como ocurre en algunos sistemas de identificación facial.

Vídeos y animaciones en la versión final del sistema operativo explican cómo configurar este nuevo sistema de protección, que llevará el nombre de FaceID. Bastará con mover la cabeza en círculo durante la fase de calibración para que el sistema aprenda los rasgos faciales del usuario.

Los sensores de profundidad en las cámara frontal y una mejor resolución y calidad en las traseras harán de la realidad aumentada y los filtros para selfie uno de los protagonistas del teléfono. Apple, por ejemplo, ha creado una versión animada de los famosos emojis que podrán imitar las expresiones faciales del usuario y que podrán enviarse como mensajes a través de iMessage. Estos avatares virtuales se conocerán como ‘animojis’. La cámara trasera ganará la habilidad de grabar video 4K con 60 cuadros por segundo o 1080p a 260 cuadros por segundo.

Se espera que el precio de este nuevo teléfono sea más elevado que el de los modelos de iPhone convencional. Varias fuentes apuntan a que podría superar los 1.000 euros en su configuración más básica. También podría sufrir problemas de disponibilidad en los primeros meses, ya que integrar los diferentes sensores y la nueva pantalla OLED ha sido más difícil de los esperado.

Un nuevo Apple Watch y mucho más

El evento de Apple dará comienzo a las 7 de la tarde y los nuevos iPhone ocuparán buena parte de la presentación, pero no serán los únicos protagonistas. Apple también lanzará una tercera versión de su reloj, el Apple Watch, con más potencia y nuevos sensores para diferentes actividades físicas. Esta tercera generación será la primera que rompa los lazos con el iPhone. Apple lanzará un modelo con conexión de datos móvil integrada, no sólo WiFi, que se distinguirá por tener un circulo rojo en la corona.

Este nuevo Apple Watch aprovecharía el nuevo estándar LTE-M, que reduce significativamente la velocidad de descarga frente al LTE de los móviles, pero también el consumo de batería. El reloj, según da a entender el código del nuevo sistema operativo, tendrá una copia virtual de la SIM del teléfono y será posible contestar o hacer llamadas desde el mismo.

Además del nuevo reloj, se espera que Apple anuncie también una nueva versión de Apple TV capaz de ofrecer r4solución nativa 4K y compatible con vídeos en HDR. La llegada de Amazon Video a la plataforma -anunciado el pasado mes de junio- da una excusa perfecta para lanzar este nuevo modelo, en el que la interacción con Siri y el control de diferentes objetos y sensores inteligentes repartidos por la casa -cámaras, termostatos, luces…- podría tener también un papel mucho más relevante. Apple también parece interesada en lanzar un servicio de vídeo bajo demanda, pero los últimos rumores apuntan a que no estará listo este año.

La compañía también prepara una nueva versión de sus auriculares inalámbricos Airpod y podría aprovechar el evento de mañana para dar más detalles de su altavoz inteligente, el HomePod.

¿Queda alguna sorpresa?

Ningún evento de Apple da comienzo sin una importante colección de rumores y fotos robadas circulando por la red. Éste no es una excepción, aunque el despiste de la compañía con la versión final del sistema operativo y el interés que despierta el nuevo modelo de iPhone ha conseguido que se sepan muchos más detalles de lo habitual.

Quedan, no obstante, algunas sorpresas por desvelar y la más importante es cómo Apple cambiará la forma de interactuar con el teléfono ahora que desparece el icónico botón «home» que lo ha acompañado en los últimos 10 años y que ahora funciona también como lector de huellas. El dispositivo necesita nuevos gestos y nuevos atajos para realizar las tareas que hoy se realizan pulsando una, dos o tres veces de forma repetida sobre este botón.

La versión de iOS 11 para iPad -en fase beta desde junio- da alguna pista. Es probable que el nuevo teléfono tenga una bandeja de aplicaciones que se activa al deslizar el dedo desde la parte inferior de la pantalla y que, al continuar el movimiento, el usuario acceda a la multitarea y el centro de control y, de ahí, a un botón que le devuelva si quiere a la pantalla principal del sistema. Las funciones de accesibilidad o Apple Pay también tendrán que tener nuevos modos de funcionamiento para compensar la pérdida del botón.

Apple Pay, en concreto, tendrá que sufrir un cambio importante en su modo de funcionamiento si la huella dactilar desparece como forma de identificación y el reconocimiento facial se convierte en el método de desbloqueo del teléfono.

Cómo resuelve Apple estas nuevas fricciones será una parte importante de la historia que Tim Cook y Phil Schiller, el vicepresidente de marketing de la compañía, contarán sobre el escenario.

El iPhone no cambió el mercado de la telefonía con grandes avances en hardware, sino en software y a lo largo de la última década ha ido refinando las interacciones que hoy damos por sentadas incluso en otras plataformas, como pellizcar para hacer zoom, por ejemplo, o que se pueda tocar un número de teléfono para hacer una llamada.

En 2007 estos gestos supusieron toda una revolución en la forma de interactuar con lo que hoy ya sabemos que no era exactamente un teléfono, sino un ordenador de bolsillo. Diez años más tarde, este nuevo y misterioso iPhone necesitará otra.

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